El Val Miñor dispondrá de su primera área de servicio de autocaravanas en otoño. Se ubicará en Nigrán, cerca de Praia América, y será gratuita. El Concello ultima su proyecto de estacionamiento para las "casas sobre ruedas", con capacidad para un total de veinte. Para ello ha reservado 15.000 euros en el presupuesto de este año, según confirmó ayer el alcalde, Juan González.

El estacionamiento será gratuito y los usuarios podrán pernoctar y permanecer allí durante un máximo de 72 horas cada mes, como manda la normativa, además de limpiar sus sistemas de saneamiento y abastecerse de agua potable. Para ello, el espacio contará con una zona de vaciado de aguas negras y grises y con otra de carga.

El gobierno municipal baraja dos puntos que el alcalde prefiere no desvelar hasta tomar la decisión definitiva. Solo aclara que se trata de lugares ubicados "a un mínimo de 200 metros dos areais de Panxón e Praia América e a un máximo de 500".

Pese a su carácter turístico, la comarca miñorana tenía una cuenta pendiente con los autocaravanistas, un sector turístico al alza con cada vez más seguidores y, por lo tanto, potencial económico. Y el Ayuntamiento nigranés responde con su iniciativa a una demanda de autocaravanistas de dentro y fuera del municipio. "Temos moitos vecinos afeccionados a este tipo de turismo e, dacordo con eles, cremos que Nigrán pode ser un referente para a xente que aposta por pasar as súas vacacións en ruta. Cremos que vai supor un novo atractivo que traerá máis visitantes ao municipio", defiende González, que ayer mismo visitaba las posibles ubicaciones del parking con representantes de la Asociación Galega de Autocaravanistas (AGA).

Nigrán adelantará así a Gondomar, que perdió la oportunidad de ofertar la primera área de servicio de estas características por los constantes enfrentamientos entre los socios del gobierno municipal. El concejal de Turismo, Xosé Antón Araúxo, de Manifesto Miñor, planeaba hace ya dos años un proyecto similar en el entorno del CDL, aunque de pago, y el alcalde, el socialista Francisco Ferreira, lo echó abajo.