La intención de Augas de Galicia de colocar una de las torretas del plan de seguridad de la presa de Eiras junto a las casas en el barrio de O Conde, en Arcade (Soutomaior) provocó un tenso enfrentamiento entre los vecinos afectados y los técnicos del organismo dependiente de la Consellería de Medio Ambiente.

El malestar vecinal se produce después de que los trabajadores de Augas de Galicia continuasen con los trámites y mediciones para la instalación de esta torreta de once metros de altura y dotada de tres bocinas de alarma sin ningun tipo de aviso previo y sin negociación con los afectados. Los vecinos, que ya denunciaron la "absoluta falta de información" tanto por parte del departamento gallego de Medio Ambiente de Galicia como del Concello de Soutomaior, advierten del impacto ambiental y las molestias acústicas que producirán esas torretas tan cerca de las casas.

Desde la Asociación de Vecinos de O Conde expresaron su "sorpresa" por no haber sido avisados, ya que aseguran que desde el Concello se comprometieron a que la torreta se colocaría "en algún lugar consensuado y que no molestaría a los vecinos".

Además advierten de que el personal de Aguas de Galicia que acudió para la colocación de la torreta les aseguró que tenían autorización municipal para la colocación, "cuando a nosotros nos consta lo contrario" y el alcalde en el último pleno dijo que no estaba concedida. "Nos parece una falta de respeto a los vecinos que estén jugando con informaciones confusas, diciendo unos lo contrario de otros", señalan.

El colectivo iniciará una campaña para sensibilizar a los vecinos de O Conde para movilizarse para protestar por la instalación en las inmediaciones de las casas, algo que advierten que impedirán al considerarlo como "una verdadera burla" a los residentes de la zona.

Los vecinos ya manifestaron el pasado jueves a los técnicos de Augas de Galicia el rechazo absoluto del barrio e la ubicación de la torreta "en las puertas de nuestras casas", durante una concentración a la que asistieron una veintena de personas.

Algunos de los afectados señalaron que no iban permitir "que vengan a colocar esto a escasos metros de las ventanas sin que nadie se digne a dar la cara. Nos tratan como si no existiesemos, como si aquí no viviese nadie, y no lo vamos a permitir", insistieron los vecinos.

El portavoz municipal del BNG, Manu Lourenzo, que fue informado de la situación por los afectados, asegura que "hace más de un mes ya denunciaron este atropello sin que se produciera ningún avance". Además señala que en el último pleno preguntaron al alcalde si estas torretas contaban con la licencia municipal y exigen que se les dé una solución a los vecinos.