La catedral de Tui ha finalizado hace unos meses los trabajos que han mantenido las dependencias del Pazo Episcopal en cuarentena durante más de medio año. Sin embargo, todavía queda mucho por hacer y "se abre ahora un nuevo proceso de búsqueda de financiación y subvenciones para dar continuidad a las obras ya ejecutadas", tal y como ha asegurado el deán del templo tudense, Don José Diéguez Dieppa. Un ejemplo de dicha continuación es la que persigue adaptar las instalaciones de la catedral a las necesidades de personas con discapacidades: aunque estas reformas contemplaban dejar un hueco para un ascensor, falta todavía instalar el correspondiente elevador.

Además de la colocación de un ascensor, "falta parte de la instalación y hay que ajardinar y pavimentar los exteriores" cuenta Diéguez Dieppa, refiriéndose a actuaciones contempladas dentro del Plan Director de la Catedral de Tui. Para ello serán necesarias nuevas subvenciones porque, tal y como explica su el deán, "nosotros llegamos a lo que llegamos, los recursos que ahora genera la catedral (cobrando por las visitas) nos da para el mantenimiento". En relación a esto, hay que recordar que las ya concluidas obras han sido financiadas por el Ministerio de Fomento con el 1,5% Cultural, un presupuesto que el gobierno central destina a la restauración y rehabilitación de bienes declarados de Interés Cultural. En este caso, la inversión destinada a la catedral tudense ha sido de medio millón de euros.

Lo que sí está listo es la adecuación de las dependencias del claustro de la catedral para acoger el Museo Diocesano y Catedralicio. No obstante, todavía no hay fecha para esta mudanza. Este traslado del Museo Diocesano y Catedralicio a la catedral permitirá trasladar el Archivo Diocesano y Catedralicio al actual edificio donde se encuentra el Museo, en la plaza de San Fernando. "Estamos desbordados de todo, el espacio que tenemos ahora para el archivo es totalmente insuficiente", se lamenta Diéguez Dieppa, al mismo tiempo que se congratula porque dicha situación se solucionará cuando el Museo Diocesano deje las instalaciones que ocupa actualmente.

El lavado de cara de las nuevas dependencias contiguas al claustro de la catedral no se abrirán al público hasta que no estén musealizadas. "Ahora se está haciendo un estudio sobre qué piezas se van a exponer en el museo y a qué se va a dedicar cada sala", adelanta el deán de la basílica tudense. "Nos interesa poner cuanto antes en valor nuestro patrimonio", remata.

La catedral de Santa María de Tui acabó de construirse en el siglo XIII y desde entonces es la joya arquitectónica del municipio tudense. Según el deán, Diéguez Dieppa, no hay datos actualizados del número de visitantes que acoge al año, aunque diariamente son más de cien personas las que visitan la catedral, atraídos la mayoría por el Camino Portugués. "Los datos no son regulares, hay días de 100 personas y otros de 300", concluye.