El vecino de Soutomaior de 45 años que resultó herido grave al caer en una poza cuando realizaba, en la madrugada del domingo, una de las pruebas del sexto rastrexo de Guláns, en Ponteareas, deberá permanecer 60 horas en observación en el hospital Juan Canalejo de A Coruña, para que los médicos puedan hacer una valoración de su estado de salud. El hombre fue derivado el domingo desde el Álvaro Cunqueiro al hospital coruñés ante la sospecha de una posible lesión medular como consecuencia de la caída.

El herido, que practicaba regularmente senderismo, había superado varias de las pruebas cuando se cayó de cabeza en la poza de Eiró. Como otros concursantes, debía pasar sobre unos rodillos de espuma para evitar caer al agua. El hombre resbaló pero, en lugar de caer de pie en la poza como otros concursantes que tampoco la superaron sin mojarse, se precipitó de cabeza al agua.

Vecinos del lugar explican que esta poza, de unas dimensiones aproximadas de 10 por 20 metros, tendrá aproximadamente un metro de profundidad y arena en el fondo.

Fuentes próximas a la organización aseguran que el encargado de supervisar esta prueba fue quien sacó al hombre del agua al ver que no salía por sí mismo, que fue necesaria su reanimación al tragar agua y que movía los brazos y los pies.