Arrancó el Vive Nigrán y lo hizo por todo lo alto, con el entusiasmo generalizado de los cerca de 2.000 asistentes. El campo de fútbol de Monte Lourido, al abrigo de la pequeña península homónima, se convirtió en el refugio ideal para una tarde y noche de goce festivalero.

Ya a las 19:00, cuando el sol pegaba duro sobre los primeros valientes, los vigueses Maryland se encargaron de encender la mecha en el escenario principal del evento con su power-pop escuela norteamericana, aunque ahora canten en castellano. Llevan cerca de una década de carrera y la fórmula, con todos los matices que da la experiencia, les sigue funcionando: bases sólidas, guitarras contundentes y bonitas melodías impecables.

A falta de las tardías actuaciones de la esperada Nathy Peluso, del dúo postverbenero Esteban & Manuel y de la también dupla rockera Cala Vento, Depedro no defraudó a sus seguidores con su cada vez más depurada mezcla de los diversos folclores del mundo.