A los sones de un sexteto de la Orquestra de Saxos de Redondela y ante numerosos vecinos, ayer se abrió un nuevo espacio público en el centro de la villa, a los pies del viaducto de Madrid, junto a los juzgados y a orillas del río Alvedosa. La llamada Leira da Xunqueira es un pequeño jardín que combina vegetación natural y artificial, un estanque con luces, pérgolas de metal, bancos de madera y unos bloques de granito que evocan la figura imponente del puente ferroviario, fundado en 1876 y por el que pasaron los trenes durante un siglo.

En la misma parcela se ubicó en las últimas décadas un edificio de la compañía eléctrica Fenosa, que permaneció en ruinas hasta 2015, cuando se derribó. El contraste estético con el actual recinto es tan grande que muchos lo estrenaron ayer con un 'selfi' bajo el viaducto.

Especialmente orgullosos del resultado estaban los veinte alumnos-trabajadores del obradoiro de empleo "Vila Bela", que hicieron esta y otras obras en el municipio en un curso de nueve meses que recibió una inversión de la Xunta de 280.000 euros. El alcalde Javier Bas les entregó sus diplomas acreditativos de la formación recibida.

El regidor afirmó que esta plaza "ya forma parte de la historia ornamental de Redondela" puesto que "cuando llegamos aquí había una casa comida por la maleza" y del viaducto "caían tornillos". Bas dijo que "solo falta que podamos ir de paseo por arriba", una aspiración del Concello para la cual "estamos en trámites".

"Es para presumir del resultado de los obradoiros en Redondela", añadió el alcalde, que instó al delegado territorial de la Xunta, Ignacio López-Chaves, a "firmar el siguiente" para ofrecer más talleres de formación a desempleados.

López-Chaves, acompañado por el jefe territorial de la Consellería de Economía, Ignacio Rial, señaló que "es una obra magnífica" que atestigua la "transformación de Redondela en los últimos años con espacios agradables", así como la cualificación de los alumnos.

La edil de Urbanismo, María del Carmen Amoedo, explicó que la Leira da Xunqueira supuso la "obra estrella" del taller Vila Bela, un proyecto que implicó a varios departamentos municipales. Alumnos y profesores recibieron una ovación por parte de familiares y vecinos.