El viaducto de Pontevedra cambiará de color tras las obras de mantenimiento integral y el refuerzo que se acometen desde hace más de un año en este histórico paso ferroviario redondelano que se mantiene en uso. La estructura metálica perderá su color gris para mudarse al verde oscuro, buscando una homogeneidad cromática con el otro viaducto que atraviesa la villa, que adquirió este tono hace cuatro años tras ser sometido a una profunda rehabilitación.

Las obras que acomete el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) en el viaducto de Pontevedra suponen una inversión cercana a los 2,5 millones de euros, que financia el Puerto de Marín con el objetivo de dotar al puente de una capacidad portante suficiente para admitir el paso de trenes de mayor tonelaje, con una masa máxima de 22,5 toneladas por eje. Esta actuación permitirá una mayor eficiencia para el transporte de mercancías con origen y destino en el Puerto de Marín.

Los trabajos incluyen el refuerzo de distintas piezas para adaptarlas a las actuales necesidades ferroviarias, ya que se trata de una infraestructura de 1884 que soporta ahora un tráfico de trenes más elevado y a mayor velocidad.

La actuación cuenta con el visto bueno de la Dirección Xeral de Patrimonio, puesto que la intervención requirió de su permiso al tratarse de un bien cultural con más de un siglo de antigüedad y considerado uno de los símbolos de la villa.

Las labores se rehabilitación son similares a las realizadas en el otro viaducto de la localidad. Además de la limpieza de la piedra y el cambio de las piezas que se encuentran en mal estado de la estructura de hierro, también se incluye el cambio de vía, el refuerzo de los dos pilares metálicos y el pintado general del puente con el cambio de tono al verde.

Este viaducto fue inaugurado en mayo de 1884 y presenta un tablero sobre una estructura de hierro en celosía, con una longitud de 149 metros, que se soporta en dos pilares metálicos. En ambos extremos cuenta con una estructura de piedra con arcos. El puente fue diseñado por el ingeniero y arquitecto Mariano Carderera Ponzán (1846-1916), y lo montaría la empresa Maquinista Terrestre y Marítima de Barcelona.

Menor impacto acústico

Por otra parte, el BNG presentará una iniciativa en el Parlamento gallego para que las obras de mantenimiento que ejecuta Adif en el viaducto incluyan mejoras para reducir el impacto acústico del paso de los trenes.

Los nacionalistas ya presentaron en junio del pasado año una moción en el Concello redondelano para advertir que esta actuación no recogía mejoras para rebajar el ruido de los convoyes a su paso por la estructura metálica sobre los vecinos y las viviendas colindantes.

El portavoz del BNG, Xoán Carlos González, advierte que las previsiones contemplan que en los próximos años aumente el tráfico de trenes de mercancía de mayor volumen y critica que las inversiones realizadas en el viaducto "primen la rentabilidad económica, sin tener en cuenta el impacto social".