"Maruxía" es el título del primer mural de Lula Goce en su villa natal. Y como describe la propia palabra, la artista plantea un homenaje al paisaje baionés con su oleaje y sus aves y plantas marinas en los 75 metros cuadrados de la pared ubicada en la intersección de las calles Laureano Salgado y Marqués de Quintanar.
El Concello se lo encargó para culminar la humanización de la manzana que forman estas dos céntricas calles junto con Cidade de Vigo. Hoy mismo finalizará la obra, que se inaugurará mañana a las 12.00 horas, tras la presentación de los dos bancos dedicados a Laureano Salgado y a Antonio Gallego de Chávez y Ramírez Arellano, séptimo marqués de Quintanar. Será una jornada de fiesta en la que un tobogán acuático colocado frente al Liceo divertirá a los más pequeños desde las 11.00, mientras los negocios del entorno ofrecerán descuentos, regalos y un concierto.
El trabajo, elaborado con pintura plástica y detalles de sray, recoge una parte de la memoria de la autora. "Incluye varios 'chímpate José', como llamamos en Baiona a los cormoranes, porque me llamaban mucho la atención de pequeña cuando paseaba con mis padres por A Concheira. Aparecen también el mar y plantas de litoral, además de camelias, muy presentes en los jardines locales", apunta.
Ha pintado decenas de grandiosos murales por el mundo y quizás el de Baiona es el más pequeño en superficie, pero sin duda dejará huella en Lula Goce. No solo porque aí están sus recuerdos, sino por la "conexión" que le ha permitido establecer con sus vecinos. "Gente de todas las edades se acercaba a hablar conmigo, a interactuar, y he disfrutado mucho de ello", asegura. Y es que los baioneses están muy orgullosos de la artista y así lo han demostrado durante los últimos meses reclamando una obra suya en la localidad a través las redes sociales. "Nunca he movido ficha para exponer aquí y ha sido el pueblo el que me ha reclamado. Eso es muy gratificante. Estoy muy agradecida", recalca.
El tamaño no importa y la artista invita a quienes hacen de menos el espacio elegido por el gobierno municipal para su obra a "disfrutar de ella". "Para mí no es un premio de consolación en absoluto. Es una forma de acercar el arte a la gente y, si llega la oportunidad de hacer algo mayor, lo haré encantada", añade.
