Un total de 29 alumnos de entre 3 y 5 años se reparten entre las dos aulas que el Colexio Rural Agrupado (CRA) Antía Cal tiene en Peitieiros. El modelo educativo del centro, que trabaja por proyectos a través del aprendizaje cooperativo, atrae cada vez a más familias a sus seis escuelas repartidas por el municipio gondomarés, algunas incluso procedentes de otros ayuntamientos como el de Vigo. Y la de esta parroquia en concreto ofrece además servicios de transporte y comedor, por lo que la matrícula se disparará un 30% el curso que viene, con 9 niños más. Está previsto que se incorpore otra docente y sean tres las que atiendan a los pequeños, aunque el espacio, de momento, será el mismo. Existe un proyecto para acristalar el porche del inmueble y convertirlo en una tercera estancia en la que impartir clases, pero las vacaciones están a punto de llegar y todo apunta a que no estará lista en septiembre.

El Concello de Gondomar se encarga del mantenimiento del CRA y la Anpa le reclama que desarrolle los trabajos durante el verano. "Nos preocupa que no haya espacio suficiente al empezar el próximo curso", señala la presidenta del colectivo de padres, María Sala. Llevan meses reclamando la obra y hasta han presentado al gobierno municipal un boceto del cerramiento elaborado por Francesco Intrieri, uno de los progenitores, que es arquitecto. Todavía no han obtenido respuesta y el tiempo corre en contra. "El problema lo tendremos en septiembre", advierten.

Un cierre peligroso

El temido "overbooking" no es el único problema que denuncian los padres. Se quejan del peligro que supone el cierre perimetral del recinto escolar, una alambrada sustentada en postes que se mueven con solo apoyarse. Un riesgo del que las familias alertan no solo por la precaria cimentación, sino también por su altura de apenas metro y medio. "Aquí puede venir cualquiera y llevarse un niño en brazos", avisan. "Llevamos desde febrero reclamando al Ayuntamiento que lo arregle y nos dan largas", protestan. "Hasta que pase algo grave parece que no van a hacer nada", lamentan.

Permiso de Patrimonio

El gobierno municipal ha tomado nota de las reivindicaciones, según aseguró ayer la concejala de Educación, Iria Lamas, quien afirmó haberse comprometido con la comunidad escolar tanto a reparar el cierre como a crear la tercera aula. Pero aún desconoce cuándo se pondrán en marcha las obras.

La escuela se ubica en las proximidades de la iglesia y el cruceiro de San Miguel, bienes a conservar, y los proyectos requiere permiso de la Dirección Xeral de Patrimonio e informes técnicos, según explicó la edil. "Intentaremos hacerlo para comenzar el curso, pero no depende de nosotros", recalcó.