"As Gándaras de Budiño es uno de los lugares que nos muestra la increíble fuerza de la naturaleza, porque después de todo sigue teniendo zonas muy bonitas y a pesar de que el polígono industrial está a escasos 1.000 metros parece un lugar alejado y hermoso, como si el hombre nunca pisara sus tierras". Así concluían Rocío, Pablo y Alejandro, estudiantes del IES Ribeira do Louro, el vídeo explicativo que mostraron en el primer simposio escolar del proyecto Climántica en Lisboa.

El trabajo muestra las diferentes especies animales y plantas que se mantienen a pesar del impacto ambiental que sufre la zona y en él hacen especial hincapié en el "sapoconcho" europeo ( Emys orbicularis), el reptil en mayor peligro de extinción de toda Galicia.

Esta tortuga "vive preferentemente en aguas estancadas o de poca corriente y donde haya vegetación que le sirva de protección, antiguamente se encontraba en las cuatro provincias gallegas pero ahora sus poblaciones naturales están restringidas a los ríos Louro (Pontevedra), Avia y Arnoia (Ourense) y en el parque natural de las dunas de Corrubedo (A Coruña); sus principales amenazas son la destrucción del hábitat, captura como mascota y las especies invasoras", según explicaban estos alumnos de primero de ESO a sus homólogos portugueses en el marco de esta actividad organizada a través de la materia Climántica, en la que se estudia el cambio climático en los ecosistemas, y la cual solo se imparte en siete institutos de toda Galicia, siendo el IES Ribeira do Louro el único de la provincia.

Los estudiantes porriñeses alertaron del deterioro que está sufriendo esta laguna, que presenta diferentes figuras de protección ZEC (Zona Especial de Conservación), ZEPA (Zona Especial de Protección para las Aves) y BIC (Bien de Interés Comunitario). Advirtieron que ahora ocupa 727 hectáreas, una tercera parte de lo que llegó a ocupar tiempo atrás.

En su vídeo, apoyado con audios y fotografías del lugar, enumeran los impactos ambientales sobres las Gándaras. Así mencionan a las canteras de granito Rosa Porriño y una antigua mina de arcilla "que deshace por completo varios hábitats de la zona y deja claro el daño que está causando el ser humano"; a lo que añaden la proximidad de la autovía "con vehículos pasando y dejando su rastro de CO2 cada segundo" y la guinda lo pone "el cambio de color del agua, pasando de tonos verdosos a naranja intenso".

Con todo, señalan, "se siguen manteniendo muchas especies de animales y plantas. Hay hasta 80 aves acuáticas y 150 invertebrados distintos".

Este primer encuentro de la red Climántica incluyó también una sesión de demostraciones prácticas y simulaciones de los efectos del cambio climático, también en Lisboa, y, previamente, colaboraron en varios talleres científicos desarrollados en la Universidad de Aveiro.