Nigrán fue el municipio gallego que más cara pagó la oleada de incendios del 15 de octubre, con las vidas de dos vecinas. Faltaron medios, faltaron efectivos y faltó agua, según denunciaba el gobierno municipal en las jornadas siguientes al desastre. Una precariedad a la que los dirigentes del Concello tratan de poner remedio, al menos en lo que esté en su mano. Por eso han decidido colocar un total de 15 tomas de agua repartidas por todo el municipio para facilitar la lucha contra el fuego, con la colaboración de la empresa concesionaria del abastecimiento, Aqualia.

Solo existía una boca de incendios en el municipio, la ubicada en Porto do Molle. Los bomberos del GES Val Miñor se desplazaron hasta allí en varias ocasiones a lo largo de aquella interminable noche para llenar el camión, con la correspondiente pérdida de tiempo en los viajes. Ahora dispondrán de surtidores que les permitirán completar los 2.000 litros de la cisterna en solo dos minutos, además de conectar mangueras, tanto para intervenir en incendios forestales como en los urbanos. Todos están enganchadas a la red de suministro municipal, en zonas con caudal y presión suficiente.

En Nigrán hay dos, uno en Fonte do Sarabia y otro en el cementerio municipal. En Priegue son cuatro y están en la rotonda de Prado, en la Praza do Peregrino, el parque Don Marcial y el campo de fútbol de Condomínguez. Otros dos se ubican en Panxón, en Sancho y junto al pabellón. En San Pedro se han instalado cinco: en el campo de fútbol de Lourido (junto a Praia América), en el colegio Carlos Casares, en el campo de fútbol de Vilariño, el "torreiro", la Praza do Viso y el barrio de O Souto. Parada y Camos tienen una cada una, en San Roque y la Praza da Carrasca.

La única parroquia que se queda sin boca de incendios es, paradójicamente, la más afectada por la tragedia, Chandebrito. "Alí non hai abastecemento municipal e por desgraza non podemos instalar o hidrante, pero agora o máis próximo é o da Rúa San Roque de Camos, que permitirá gañar un tempo crucial sen baixar a Porto do Molle",argumenta el alcalde, Juan González.

El regidor recalca que "nos incendios de outubro fomos conscientes desta carencia e, como isto si entra dentro das nosas competencias, quixemos solucionalo" y avanza que se colocarán más bocas en todas las calles que no tengan cada vez que se inicie una obra de mejora.