Las calles y plazas de Redondela amanecieron ayer cubiertas de artísticas alfombras florales que pusieron el color a una mañana gris y lluviosa. Atrás quedaron horas de esfuerzo realizado por más de 140 personas durante toda la noche sin cesar, a pesar de las inclemencias del tiempo que complicaron las labores. Las precipitaciones, sin embargo, no impidieron que se celebrase la procesión del Corpus Christi en el día grande de las Festas da Coca, aunque obligaron a modificar el itinerario para hacerlo más corto, suprimiendo el último baile de la Danza de Espadas y las Penlas en la plaza trasera de la Casa da Torre.

La imagen de la Virgen A Gabacha y el Santísimo también indultaron a las alfombras florales del casco viejo al evitar estas calles en su recorrido desde la iglesia parroquial a la Praza da Constitución, que en esta ocasión se realizó por primera vez por la calle Telmo Bernárdez. Una decisión que se tomó sobre la marcha, tras consultar con los porteadores de la Virgen, para evitar el riesgo de resbalones en las calles con fuerte pendiente adornadas con los tapices vegetales. Este cambio de itinerario sorprendió a muchas de las personas que esperaban el paso en las calles, aunque también permitió que los visitantes pudieran disfrutar de más tiempo que en otras ocasiones de las artísticas figuras con las que se adornó el centro tras una noche de duro trabajo. Figuras geométricas, motivos vegetales, escenas religiosas, el escudo municipal o un Peregrín confeccionado por los niños ante el albergue de la Casa da Torre fueron algunos de los motivos que llenaron de color las calles para honrar el paso de la procesión redondelana, una cita que aúna los rituales religiosos con los profanos.

El momento más esperado como cada año por los miles de asistentes que abarrotaron la localidad fueron las actuaciones de la Danza de Espadas y las Penlas, que en esta ocasión solo pudieron realizar dos representaciones: en el atrio de la iglesia y en la Praza da Constitución. Desde este punto la comitiva decidió regresar a la iglesia por la calle Alfonso XII, pero sin realizar la última parada en el recinto situado tras la Casa da Torre, donde se había instalado un altar para la ofrenda al Santísimo y se confeccionó una enorme alfombra de sal que representaba la escena de la Última Cena.

Los que no pudieron contemplar la tradicional danza marinera tendrán otra oportunidad el próximo domingo en la procesión por el barrio de Vilavella, cuyas calles también se adornarán con los tapices vegetales.

La jornada de hoy ofrece, a las 19.00 horas, unos talleres infantiles de arte floral en la Alameda y por la noche, a las 21.30 horas, el concierto del grupo Masterplan, con Supernatural y Vhaldemar como teloneros, en el Campo da Feira.