Los pasillos del CEIP Manuel Rodríguez Sinde de A Guarda han sido transitados durante los últimos días por alumnado, profesorado del centro y docentes extranjeros. Llegados de Bulgaria, Croacia, Eslovenia, Grecia, Polonia y Rumanía, un total de quince maestros cambiaron sus aulas en dichos países europeos por las de la villa guardesa con motivo del Erasmus+ "Terra Vita", un proyecto orientado al intercambio de experiencias y buenas prácticas en el campo educativo y medioambiental.

A su llegada, los docentes fueron recibidos por los alumnos y alumnas del CEIP de A Guarda, los cuales, como buenos anfitriones, se encargaron de familiarizar a sus invitados con la cultura y la idiosincrasia gallega y propiamente guardesa. Para ello ofrecieron a los "profes europeos" un festival de música en el que les enseñaron desde instrumentos y canciones tradicionales hasta el traje popular de Galicia.

Tras esta primera toma de contacto, durante los días posteriores los profesores extranjeros tuvieron tiempo para recorrer los lugares que mejor definen A Guarda. El Monte Santa Trega, el centro San Xerome Emiliani y las instalaciones de la bodega Terras Gauda fueron algunas de esas visitas obligatorias, aunque también buscaron algo de tiempo para trabajar conjuntamente con los docentes del centro guardés en la organización del proyecto "Terra Vita".

Como colofón a esta experiencia Erasmus, los forasteros fueron recibidos en el salón del plenos del Concello de A Guarda por el regidor local, Antonio Lomba, y la edil de Educación, María Elena Baz. Los representantes municipales agradecieron a los asistentes su labor a favor del desarrollo educativo y explicaron los proyectos de colaboración que desde el Concello se ha ido impulsando en los distintos centros de la villa. Por su parte, cada uno de los maestros invitados mostró la cultura y la tradición de sus respectivos países natales.

Al finalizar el acto de recepción, representantes guardeses y docentes europeos hicieron un intercambio de regalos y agradecieron el trueque cultural vivido durante tres días en la villa guardesa.