El mayor laboratorio de física de partículas del mundo ha fichado a Abel Núñez Baqueiro, un alumno del Ciclo Superior de Mantenimiento Electrónico del instituto Escolas Proval de Nigrán. El joven, natural de Aldán (Cangas) de 24 años, ingresará el próximo 1 de agosto en la plantilla de la Organización Europea para la Investigación Nuclear, conocida por las siglas CERN, ubicada en Ginebra (Suiza), con un contrato de un año prorrogable. Lo hará tras superar un proceso de selección entre miles de titulados superiores no universitarios de numerosos países.

-¿Cómo se llega a un puesto de trabajo como este, reservado a unos pocos elegidos?

-Pues casi por casualidad. Buscaba prácticas en el extranjero para mejorar el inglés e intenté entrar en Siemens, en Alemania, pero no pudo ser. Mi profesora Carmen Currás encontró esta oportunidad en el CERN, de un contrato de un año con formación y lo conseguí.

-Tendrá un expediente académico brillante...

-Nunca me ha gustado demasiado estudiar, tengo la suerte de que se me da bien. Hice Bachillerato y un ciclo superior de electricidad porque mi familia tiene una empresa del sector, por tener un colchón. Realicé prácticas en una empresa y trabajé con mi padre dos años y luego empecé una carrera de Ingeniería Informática, pero no me gustaba tanto como la electrónica. Por eso me vine a Escolas Proval y comencé a preparar el nivel B1 de inglés. Eso sí, a la hora de trabajar me organizo bien y trato de ser eficaz. Siempre me dicen que destaco por eso.

-¿Tuvo que superar pruebas muy complicadas para entrar?

-Me parecía surrealista, casi imposible, entrar en el CERN, pero mis profesores insistieron en que me arriesgase. Envié mi solicitud y al cabo de unas semanas me llamaron. Me hicieron una entrevista por teléfono en inglés. La respondí en el aparcamiento del instituto, les expliqué mis estudios y proyectos y me contestaron que cuándo quería empezar.

-¿Le dio vértigo aceptar?

-No estaba muy seguro al principio porque estoy haciendo prácticas en Bosch Rexroth, en Vigo, una planta que trabaja para Citroën. Me gusta porque diseño autómatas, lo que siempre quise hacer, y veía opciones de futuro. Era elegir entre algo que podía parecer estable y una aventura en Suíza. Pero ahora estoy muy contento con la elección y muy ilusionado por aprender.

-¿Es consciente de que va trabajar en la meca de la ciencia?

-No acabo de creérmelo. Cuando se lo dije a mis amigos pensaron que estaba de broma. A mí siempre me interesó la tecnología y estaba al tanto de noticias del CERN, sobre todo desde que sus científicos consiguieron recrear el Bosón de Higgs. Nos acordábamos de cuando se empezaba a hablar del acelerador de partículas en la serie "The Big Bang Theory", hablar del CERN era como hablar de la NASA y ahora voy a estar trabajando allí en dos meses. Alucinante.

-¿Qué hará allí?

-Un poco de todo. Antes de nada, tuve que firmar un contrato de confidencialidad porque llevan a rajatabla las normas de seguridad informática. El puesto es para realizar alarmas para los sistemas de seguridad del acelerador de partículas y los campos de vacío, pero me dicen que inicialmente voy a estar en todos los departamentos prestando apoyo.