Los mariscadores de Arcade y Redondela quieren garantizar los bancos de almeja de la ensenada de San Simón como los más productivos de toda la ría. Conscientes de la importancia de estas zonas para el sustento de cientos de familias, las cofradías de pescadores de ambos municipios realizaron ayer una regeneración de los principales parques de explotación tras cerrar la temporada de invierno con dos millones de cría de almeja japónica.

El pósito de Arcade se centró en áreas de libre marisqueo en las que operan los productores de a flote. Concretamente en la zona de Puntal y el entorno del río del medio de la ensenada de San Simón, donde se repartieron un millón de semillas de almeja de entre 15 y 18 milímetros. La inversión realizada por esta cofradía es de 30.000 euros de fondos propios. "Tenemos que mentalizarnos de que tras cerrar una zona hay que sementar, porque la regeneración natural es insuficiente, ya que cada vez somos más trabajadores y la explotación de los bancos es cada vez más intensiva", explica la patrona mayor de Arcade, Rita Míguez. Las zonas en las que actuaron son las conocidas como "de invierno", puesto que se explotan desde octubre hasta abril, mientras que en la temporada de verano se centran en la conocida como Punta do Cabalo, en el entorno de Arcade.

Esta cofradía, que cuenta en la actualidad con 245 socios, ampliará la siembra dentro de veinte días con otra salida en la que se echará al mar otras 700.000 unidades en las zonas de marisqueo a pie.

A Barra y A Portela

Por su parte, los mariscadores de Redondela aprovecharon también la jornada de ayer para repoblar sus bancos de A Barra y el parque de A Portela para marisqueo a pie, también con un millón de unidades de la especie japónica. En este caso, la talla de la cría era inferior, de 9 a 11 milímetros. El patrón mayor redondelano, Clemente Bastos, también apuesta como su compañera de Arcade por regenerar las zonas tras la temporada de explotación. "Hay que ayudar al mar de esta forma porque es la única manera de garantizar el trabajo para el siguiente año", apunta Bastos.

Además, en estos momento, el alto precio que mantiene en subasta la almeja japónica, que ronda los 12 euros en lonja, supone un enorme incentivo para los mariscadores, al lograr mayores ingresos por su labor.

Este colectivo también recuperó a principios de año un lodazal situado en la desembocadura del Alvedosa, a la altura de A Portela, en un nuevo banco marisquero de 20.000 metros cuadrados de superficie con el aporte de arena extraída del cauce del río y la repoblación con dos millones de unidades de cría de almeja japónica.