El Concello de Redondela también decidió mantener este verano los mismos espacios de las playas de Cesantes y Chapela en los que se permite la presencia de perros. Esta medida, que se inició de forma experimental hace dos años tras una iniciativa de la Agrupación de Electores (AER) aprobada por el pleno, tuvo una buena acogida entre los usuarios de los arenales, aunque también se registraron algunas quejas debido a alguna gente que no respeta las normas. Y es que el uso de estos espacios con mascotas obliga a aceptar unas medidas básicas de convivencia, como no salir de las zonas delimitadas, recoger los excrementos, llevarlos con correa o mantenerlo vigilados para evitar que molesten al resto de usuarios, algo que no todo el mundo cumple.