¿Quién dijo que nadie es profeta en su tierra? La artista baionesa con mayor proyección internacional del momento, Lula Goce, cuenta con el reconocimiento de sus vecinos tras triunfar hasta en seis países con sus espectaculares murales urbanos. Así se lo demostraron ayer a través de las redes sociales. Tras conocer su interés por trabajar en su propio pueblo en declaraciones a este diario, fueron cientos los comentarios que hicieron campaña por una gran pintura exterior con su firma en la villa y hasta se puso en marcha una encuesta virtual para votar posibles ubicaciones. Quienes los gobiernan desde el Concello también quieren contar con uno de sus colosales diseños y han elegido la emblemática doca para lucirlo. El alcalde, Ángel Rodal, gestiona ante Portos de Galicia la decoración del espigón. "Nos encantaría que lo pintase ella, pero dependerá del importe y los trámites", explicó.

Tras pintar la conocida pareja de niños de la curva de San Gregorio en Vigo le han llovido las ofertas y ha llevado a seis países sus enormes pinturas hiperrealistas en espacios urbanos. En el ámbito audiovisual, su retrato del Sito Miñanco de la popular serie "Fariña" de Antena 3 ha dado la vuelta al mundo en internet. Pero a Lula Goce le faltaba dejar su huella en su tierra y al fin lo ha logrado, aunque fuese en el municipio vecino de Nigrán, donde ha plasmado su homenaje a Carlos Casares en la fachada del colegio de Vilariño que lleva el nombre del escritor. En Baiona también le gustaría firmar alguna obra, según manifestó el lunes, y ayer se encontró con el respaldo de sus paisanos.

El sondeo del perfil de Facebook "Baiona Anuncia" invita a votar tres localizaciones para el futuro trabajo: la medianera de la calle Ramón y Cajal, la doca y una pared junto al parque del Museo da Navegación, en la Rúa do Reloxo.

40.000 euros

El malecón de Monte Boi es la opción más acertada para el gobierno municipal. Rodal recuerda que las otras dos son espacios privados. Y además lleva meses "trabajando para que el mural se haga en la doca". "Para nosotros es un honor que una vecina del pueblo haya alcanzado ese nivel internacional y nos gustaría mucho que dejase allí un poco de su arte", recalca. Pero la normativa de contratos del sector público tendrá la última palabra. "Se trata de un muro de 250 metros de largo y el coste será elevado", subraya. La propia artista ha realizado ya una valoración del trabajo por 40.000 euros y el Ayuntamiento espera la respuesta de Portos para "ver si es factible desarrollarlo total o parcialmente y si es preciso sacar a concurso la obra o se puede adjudicar de forma directa", argumenta el regidor.