El club de windsurf y kayak Beach Escolas de Praia América ya es historia tras 14 años de actividad. Sus propietarios han desmantelado en los últimos días la caseta de madera de uso deportivo, en la que almacenaban este tipo de embarcaciones para su alquiler en verano, por orden de la Administración. El Servicio Provincial de Costas del Estado le retiró la concesión administrativa que le permitía ocupar más de mil metros de espacio de dominio marítimo terrestre junto a las dunas, en plena explanada de Lourido. Lo hizo tras abrirle el Concello de Nigrán un expediente por diversas irregularidades.

Según explica el alcalde, Juan González, se trataba de "un negocio encuberto porque se beneficiaba do aluguer de táboas e piraguas e mesmo dispoñía dun bar" sin pagar ni un euro al Ayuntamiento, mientras los quioscos de playa abonan un canon por ubicarse en el mismo espacio público.

El regidor afirma que el establecimiento no pagaba tampoco los recibos de consumo eléctrico ni del agua. González señala que la instalación estaba conectada al alumbrado público de la zona y al servicio municipal de traída del entorno de forma irregular. Y es que el propio Concello nigranés le había cortado el abastecimiento de agua en 2008, durante el anterior gobierno socialista del exalcalde Efrén Juanes, siendo el actual regidor concejal de Urbanismo.

Ya por aquel entonces, el Ayuntamiento había detectado irregularidades. El gobierno local le atribuía un incumplimiento de la normativa municipal tras descubrir su enganche ilegal a la red de suministro de agua y tras una denuncia de un particular por ocupación irregular del dominio público.

En aquella época, la instalación se llamaba Punto Pasión Playa y había abierto sus puertas en 2004 en virtud de un convenio con el Concello, durante el mandado del PP, con el exregidor Alfredo Rodríguez al frente, por el que se le cedía el espacio de forma gratuita a cambio de desarrollar una actividad deportiva. El acuerdo contemplaba la ocupación de veinte metros cuadrados, pero finalmente la caseta y las embarcaciones colocadas alrededor se extendían por una superficie mucho mayor.

Más tarde se convirtió en Beach Escolas y ofrecía campamentos en inglés para niños y jóvenes de 6 a 16 años, cursos de windsurf y paddlesurf, alquiler de windsurf, kayak, paddlesurf y bigsup y un servicio de almacenaje de material.

El terreno se encuentra ahora libre y el Concello prevé sacar a concurso la ocupación del espacio para ofrecer un servicio deportivo similar en la época estival. Eso sí, la empresa que se haga con la concesión deberá pagar un canon por establecerse allí.