A Cañiza tendrá un secadero municipal con capacidad para curar 15.000 jamones y estará ubicado en el antiguo matadero municipal, actualmente en proceso de reconstrucción.

El antiguo matadero de A Cañiza estaba siendo saqueado progresivamente por vándalos y el gobierno local decidió recuperarlo para servicio de los vecinos al estar emplazado en un terreno calificado urbanísticamente como dotacional de uso público. Como pensar en A Cañiza es pensar en jamón, el ejecutivo creyó adecuado convertirlo en un secadero de jamones municipal, al que tanto particulares como empresarios locales, puedan llevar sus piezas a curar.

"En A Cañiza tenemos establecimientos de hostelería que despachan hasta diez jamones diarios" asegura el alcalde Miguel Domínguez, quien explica que actualmente muchos hosteleros guardan sus jamones, ya semicurados, en bodegas u otros emplazamientos particulares. "Con el secadero municipal todos ellos tendrían una instalación idónea para el secado de los jamones y con la garantía y el valor añadido de que contasen con el certificado de jamón secado en A Cañiza" apunta el alcalde, quien asegura que los expertos en la materia reconocen que los jamones cuando son curados en A Cañiza cambian de sabor por el microclima que tiene, que le aporta, en el proceso final de curación, características organolépticas que lo distinguen de los demás.

Contar con un secadero de jamones propio será clave, según el gobierno local, para conseguir la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Xamón de A Cañiza. "Con él podremos garantizar que todo el jamón que se consuma en A Cañiza esté curado aquí" explica el alcalde.

Domínguez se reunió la semana pasada con la conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, para solicitarle la colaboración de la Xunta en la segunda fase de conversión del antiguo matadero en secadero.

La primera fase se financió con una aportación de más de 122.000 euros de la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural (Agader) y permitió demoler las paredes del antiguo matadero, construir unas nuevas, con nuevo suelo y tejado. "Era necesario demolerlo todo y rehacerlo de cero" afirma el alcalde.

La segunda fase del proyecto, que necesitará una inversión similar a la primera según cálculos del gobierno local, se dotaría al secadero con las cámaras y el equipamiento necesario para su funcionamiento.

"La Xunta está implicada en este proyecto innovador para apoyar la comercialización del jamón y lo que nos corresponde ahora es adecuar el proyecto existente con el servicio de Sanidad para poder iniciar la segunda fase", explica Domínguez.