Los enfrentamientos entre las partes del bipartito gondomarés son una constante y, tampoco en esta ocasión, parece que vayan a acabar en ruptura.

Araúxo califica la actuación del alcalde de "irregular e éticamente reprobable" y afirma incluso que esta situación es producto "da falla de diálogo". Pero no abandonará la coalición, al menos por el momento. "Nós estamos nun goberno no que somos útiles, temos un compromiso coa xente e somos leales ao goberno advertíndolle que por ese camiño non se pode ir. Entendemos que esa é a forma de actuar lealmente", explica.

Y Ferreira, por su parte, califica el asunto de "demagogia política" en las redes sociales e incluso habla "prácticas para acabar con el alcalde y debilitarlo para que llegue flojito y bien tocado a las próximas elecciones, no vaya a ser que saque mayoría absoluta y no le haga falta nadie para gobernar". Pero en declaraciones a este diario resta importancia al tema y niega que exista una crisis. "La única crisis de Gondomar fueron los años perdidos en los últimos gobiernos, por lo tanto yo no voy a perder el tiempo en banalidades", afirma, además de asegurar que no prescindirá de ninguno de sus socios. "Yo no cesaré a nadie salvo que su actitud como concejal sea contraria a derecho y vaya en contra de los intereses de Gondomar y de sus vecinos. Cada uno debe saber el lugar que ocupa en política y a lo que vino a la misma", subraya.