Ha señalizado ya más de una veintena de lugares con placas de piedra para evitar que sus nombres cayesen en el olvido y ahora ha recopilado un total de 750 topónimos de la parroquia con el mismo fin. La Asociación cultural Chandebrito 1807 presenta mañana el trabajo realizado en colaboración con el Clube Espeleolóxico Maúxo a las 16.00 en su local social, la antigua escuela infantil. Un acto en el que los vecinos podrán conocer el trabajo publicado en 32 páginas a todo color con 9 láminas a vista de pájaro y fotografías antiguas y recientes.

Todo para "recuperar e preservar unha parte moi importante do patrimonio cultural da zona, como é a denominación dos lugares, al go que durante centos de anos e ata hai pouco era imprescindible para a vida da veciñanza", explica Carlos Gómez, presidente de Chandebrito 1807.

El propio representante del colectivo había iniciado la recogida de topónimos en 2008 y la ha retomado el año pasado con las dificultades del paso del tiempo y la muerte de numerosos informantes a lo largo de la última década. Una treintena de los vecinos de mayor edad, dos por barrio, le han ayudado a seguir con el proyecto que ha coordinado junto con Xavier Groba, directivo del citado club espeleológico. Entre ellos, Benedicta Carrera, que a sus 97 años es la veterana de la parroquia.

La investigación se ha centrado en las entrevistas y en el repaso al Catastro da Ensenada, en el que han encontrado buena parte de los topónimos del entorno ya registrados en el siglo XVII.

A través del trabajo, los más jóvenes podrán grabar en su memoria zootopónimos como Outeiro do Lobo, fitotopónimos como O Sobreiro o As Pereiras, antrotopónimos como A Tomada do Pleités y conocer su origen, así como descubrir la procedencia de nombres como el del barrio de Pracíns que, según los filólogos consultados, procede de las palabras latinas "petra cinis" , que significa piedra quemada.