Una vecina de Ponteareas lleva cinco meses luchando para conseguir que el perro que le atacó y meses después mató a su perra, una yorkshire terrier, en pleno centro urbano de Ponteareas, salga a la calle con un bozal reglamentario para perros potencialmente peligrosos (PPP) y que sus dueños no lo dejen suelto en lugares públicos para que no ataque a nadie más.

Se trata de un american bully , un cruce de american pitbull terrier y american staffordshire terrier, cuyos dueños vivían en su misma calle que le atacó en febrero de 2017, cuando iba sola y le mordió en un brazo. "Estaba suelto y sin bozal" asegura, pero entonces, declinó denunciar lo ocurrido.

Después de llamar a la Guardia Civil en varias ocasiones para quejarse de que este perro seguía paseando sin bozal y suelto. En septiembre de 2017 este mismo can mató a su perra en la entrada del parque del conservatorio de música, en la calle Salvaterra. "Estaba paseando a mi perra, que iba atada con la correa y ese perro estaba suelto cuando la atacó" asegura. La perra no murió en el acto pero sí tres meses después hospitalizada en una clínica veterinaria a causa de las graves heridas causadas.

La Policía local había acudido al lugar de los hechos y levantó atestado. Sin embargo, según denuncia esta ponteareana, no tomó ninguna medida al respecto por no constar esa raza, american bully, especificada en el listado de perros potencialmente peligrosos y sin embargo la ley recoge que "también serán considerados potencialmente peligrosos los cruces en primera generación de estas razas o cruces de estas razas con otras".

Su queja está refrendada por los vecinos de la zona, que también temen sacar a pasear a sus perros y encontrarse con ese can. De hecho, uno de ellos también denunció una agresión a su perro de este mismo cánido.

Desde el ataque a su perra, esta ponteareana sufre ansiedad y estrés postraumático que sufre. "No soy capaz de salir a la calle sola a pasear a mi otra perra porque tengo pánico de encontrarme otra vez con ese perro o con otro porque en Ponteareas es fácil encontrarse con perros peligrosos sueltos" asegura.

"Mi perra ya está muerta pero quiero que se tomen medidas para evitar que le suceda algo grave a un niño, a otro perro..." afirma.

Esta ponteareana ha puesto reclamaciones al respecto en el Concello de Ponteareas y en la Consellería de Medio Ambiente. Reclama que se le exija la propietaria del perro que lo inscriba en el registro municipal de perros potencialmente peligrosos, que lo pasee con bozal homologado y siempre con correa, y que los ataques que cometió consten en su hoja registral. Así como que en caso de que no se cumpla la ley se le retire la custodia del animal a su propietaria.

Desde el Concello de Ponteareas explican que en este caso la Policía local instruyó el atestado y las diligencias oportunas al aportar el propietario del perro agresor un certificado veterinario conforme no estaba catalogado como PPP. Sin embargo, posteriormente, en noviembre de 2017, la propietaria solicitó en el Concello la inclusión de este perro en el registro municipal de perros potencialmente peligrosos, al contar con un nuevo certificado veterinario que catalogaba a este can como PPP como consecuencia del ataque peligroso que cometió. Consecuentemente, el gobierno local asegura que la Policía local controlará que este, como los demás PPP del municipio, cumplan la ley y circulen con bozal homologado y correa en los espacios públicos.

La edil de Seguridade Cidadá, Vanesa Fernández, recuerda el deber de registrar en el ayuntamiento todos los perros catalogados como PPP y la necesidad aportar un seguro adecuado a la normativa, un examen psicotécnico del propietario y el deber del uso de bozal.