Medio centenar de niños de una escuela de fútbol de Guinea Bissau recibieron esta Navidad un regalo inesperado: la equipación deportiva que nunca tuvieron. El gesto solidario partió de la Unión Deportiva Atios y de su jugador Malam Seide, que viajó a su tierra natal e hizo entrega personalmente del material a "esos niños, con gran talento, que tienen la misma ambición que tuve yo entonces, la de progresar en el mundo del fútbol y jugar en alto nivel". Malam le planteó a su actual club, el Atios, la necesidad que tenían estos pequeños, de entre 6 y 15 años, y desde la directiva no dudaron "en colaborar aportando chándales y otros materiales deportivos", subraya el presidente, José Cebreiro.

Después de siete años sin pasar estas fechas con su familia, Malam decidió viajar esta Navidad y aprovechar "para hacer realidad el sueño de estos niños. En mi país no se celebra la llegada de los Reyes Magos pero sí nos damos regalos en Nochebuena, y que mejor regalo para ellos, amantes del fútbol, que este". En un principio se barajó la posibilidad de enviar todo el material por mensajería pero "ante la duda de que pudiese llegar bien, el propio Malam se ofreció para llevarlo el mismo asegurándonos así que sería entregado", señala Cebreiro.

Malam, a sus 25 años, se siente afortunado de haber llegado a España y desea que estos niños puedan lograr también su reto. "Siempre soñé con jugar en Europa, lo logré y ahora aun me quedan muchos objetivos que cumplir, como llegar a Primera División", algo de lo que está convencido que conseguirá: "Estoy trabajando duro para eso y sé que lo alcanzaré".

La aventura de Malam comenzó hace siete años cuando, jugando con la selección de su país, viajó a Portugal para disputar un amistoso. "Allí me ficharon, estuve jugando en el Chaves dos temporadas, en el Juventude de Pedras Salgadas otras dos, en ambos logramos el ascenso, y luego un año en el Salguieros, en Oporto. Luego recibí una invitación para venirme a Galicia, jugué el año pasado en el Areas, que subió a Tercera División y esta temporada me llamaron del Atios, en donde me recibieron muy bien y estoy muy contento".

Malam es el tercero de seis hermanos y además de cumplir su sueño como futbolista, asegura que su prioridad es la familia. "No depende solo de mi, pero sí en gran parte", puntualiza. Con lo que gana cubre sus gastos de alojamiento (comparte piso en Vigo) y manutención y le queda para enviarle a su familia. "Ellos me animan a continuar, mi hermano mayor siempre me ha motivado, fue él quien me compró mis primera botas de fútbol, y desde pequeño siempre me animaba a luchar por mi sueño", señala.