Ha surcado el Atlántico a sus apenas tres meses y ha llegado exhausto al puerto de A Guarda, donde se lo encontró un marinero al borde de la muerte. "Guardesiño" es un valiente bebé de foca gris que ha logrado una hazaña casi impensable a juzgar por el pequeño tamaño que presenta para su edad, de 85 centímetros de largo y 14 kilos de peso. Así lo cree Alfredo López, biólogo de la Coordinadora para el Estudio de Mamíferos Mariños (CEMMA), que lo atiende desde ayer en su unidad de cuidados intensivos de Nigrán.

Hasta allí lo han llevado los expertos tras recibir el aviso el domingo y ya han logrado grandes avances en su salud. "Non reaccionaba, estaba moi delicado, pero agora xa comeza a moverse e abre os ollos", explica López.

Como es costumbre en su especie, el ejemplar de AlChoerus grypus,acababa de separarse de su madre y su colonia -probablemente en aguas de Irlanda, señala el biólogo- e iniciaba su camino solo, pero una afección respiratoria le ha restado peso y le ha complicado la travesía. "Agora temos que curarlle a enfermidade, conseguir que coma e acade os 30 kilos para levalo ao Instituto Galego de Formación en Acuicultura na Illa de Arousa, onde se preparará para regresar ao mar", indica.