Mientras el monte de Chandebrito espera el permiso de Patrimonio, las otras superficies forestales de la comarca miñorana calcinadas van avanzando hacia la recuperación. En la vecina parroquia de Vincios, en el Concello de Gondomar, los comuneros ya han comenzado a cortar la madera quemada y a triturarla para poner en marcha después la repoblación. "É algo urxente porque a primavera vén enriba e as zonas de eucalipto convertiranse nunha xungla",explica su presidente, Alberto Covelo.

En el municipio baionés también han arrancado los trabajos. Tanto en la parroquia de Baíña que está pendiente de que las madereras se lleven los troncos como en la de Baiona, que ya ha iniciado las cortas para después proceder a plantar nuevos árboles. Los presidentes de sus comunidades de montes, Juan Domínguez y Rubén Panadero, apuntan a la necesidad de retirar cuanto antes los restos de pino para evitar que las plagas dañen la madera.