La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil exige, desde hace aproximadamente un año, que los planes urbanísticos municipales en tramitación incluyan captaciones de agua suficientes para la población máxima prevista en el documento. De esta exigencia depende su autorización, que es imprescindible para poder aprobar un plan urbanístico. Este organismo autónomo del Ministerio de Medio Ambiente realiza ahora estas exigencias en base a dos sentencias relacionadas del Tribunal Supremo, mientras que en febrero de 2016 cuando se aprobó provisionalmente en pleno el Plan Xeral de Ponteareas, el documento sí contaba con autorización de Confederación.

Este requerimiento es, según el gobierno de Ponteareas, el principal obstáculo que debe solventar el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) para lograr su aprobación. "La situación de Ponteareas no es única ni en Galicia ni en el Estado español. Existe una sentencia del Supremo de hace un año que motiva que se estén tumbando los planes porque la Confederación Hidrográfica interpreta que tienen que contar con recursos hídricos autorizados para las siguientes décadas y es algo difícil de cumplir porque si esas captaciones no se usan a los tres años caducan", explica el alcalde, Xosé Represas.

Para tratar de salvar esta exigencia, a requerimiento de Ponteareas y de otros ayuntamientos también afectados como Noia, la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) "se está reuniendo con la Xunta y con otras entidades del Estado para buscar la solución legal a esa interpretación del Supremo para que puedan aprobarse los planes que están en tramitación" señala Represas.

No obstante, en caso de que no fuese posible evitar esa exigencia, Ponteareas tiene agua suficiente. "Afortunadamente en Ponteareas las principales captaciones vienen del Tea y el Tea tiene capacidad para las previsiones de crecimiento del plan, como así lo ha corroborado el comisario de la Confederación Hidrográfica" afirma la teniente alcalde y edil de Urbanismo, Chus Garrote. De hecho, desde el gobierno "iniciamos ya la tramitación de la renovación de las captaciones existentes y su ampliación, pero claro nos advierten que es una tramitación lenta", añade Represas.

Paralelamente, la empresa redactora del plan urbanístico, GOC, trabaja en realizar las correcciones requeridas por la Xunta para poder aprobar el PXOM y que, una vez concluidos, deberán ser aprobados en pleno. "En las reuniones con la directora xeral de Urbanismo, nosotros defendimos la idoneidad del plan tal y como estaba pero en los puntos que discrepamos tenemos que adaptarnos a los requerimientos de la Xunta" explica la edil de Urbanismo, quien adelanta que la Xunta ha obligado a "reducir las zonas de expansión del núcleo urbano, a acotar los límites de crecimiento".

En la zona industrial de A Lomba, la Xunta ha obligado a realizar cambios. "Después de varios encuentros logramos que no se reduzca el suelo industrial, únicamente no computarán las reservas de zonas verdes cerca del río que quedarán como de protección, así que el tamaño del área total será menor, pero el suelo industrial neto quedará prácticamente igual", señala Chus Garrote, quien explica que "para conseguir mantener esas dimensiones encargamos un informe que justificase la necesidad de ese suelo industrial".

El gobierno local mantendrá en la primera quincena de enero una reunión con los grupos de la corporación para informarles de los avances e intentar tener, al menos, el mismo consenso de los grupos que aprobaron el plan en febrero de 2016. Además, antes del fin de enero, el gobierno convocará una reunión abierta a todos los interesados en sacar el PXOM adelante y especialmente con los empresarios de A Lomba.