FARO reproduce a continuación la carta que el Grupo de Emergencias Supramunicipal Val Miñor hace pública para poner en conocimiento de la opinión pública las dificultades a las que sus efectivos se enfrentaron durante la oleada de incendios que asoló Galicia y que costó la vida a cuatro personas.

Estimados vecinos del Val Miñor

Desde el servicio de bomberos del Grupo de Emergencias Supramunicipal (GES) Val Miñor queremos expresar nuestra consternación, tristeza, rabia por las consecuencias de los incendios forestales ocurridos en toda Galicia el pasado fin de semana, pero en especial los ocurridos en el Val Miñor.

Hemos tardado dos semanas en pronunciarnos públicamente por respeto y porque entendíamos que no era el momento; después de las trágicas consecuencias que el fuego provocó en todo el Val Miñor. Pero nos sentimos en la obligación y responsabilidad de trasladar a la población del Val Miñor en qué condiciones hemos y estamos trabajando como servicio público de emergencias para ofrecer un servicio a una población de 44.000 habitantes que se duplica en época estival.

Los graves incendios del Val Miñor

El 12 de octubre se apagaba, en colaboración con varias brigadas forestales y un helicóptero, un incendio forestal en las inmediaciones de la Virgen de la Roca que fue reavivado a las 5:00 de la madrugada del día siguiente, pero en este caso tan sólo 1 bombero del GES, el único que estaba de servicio, hizo frente a dicho incendio. La madrugada del 14 de octubre nos requieren para prestar ayuda en un incendio forestal en Oia, y el domingo somos requeridos para acudir a los que fueron los grandes incendios de Baiona y Gondomar. Solo había disponibles 2 bomberos con 1 camión. El otro camión y la 'pick-up' se quedan en la base, porque no hay personal para poder utilizarlos. Cuando a las 17:00 se inicia el foco en Parada y Camos , por encima de una pirotécnica y con casas cerca; pero los dos únicos bomberos disponibles estaban en Baiona.

Ante la falta de coordinación que estábamos viendo a lo largo del día y sin que nadie tomase las riendas del mando operativo, decidimos organizarnos por nuestra cuenta y los 8 compañeros del GES de descanso se incorporan a las labores de extinción. No había ningún coordinador al mando y no podíamos comunicarnos con las centrales del 112 y del 085 porque estaban colapsadas. No sabíamos de qué medios disponíamos, ni cuántos habían sido movilizados, estábamos totalmente a ciegas. Nuestro distrito de zona, que es quien nos debería coordinar, nos dijo que hiciéramos lo que pudiéramos, esa fue la única instrucción.

Los primeros en llegar a Camos, 2 bomberos del GES y el concejal de Seguridad llegan a la cabeza del fuego en Parada y allí intentamos hacerle frente, pero ya era incontrolable. No disponíamos de medios ni personal para poder controlarlo, sólo teníamos 1 camión forestal. Por lo que acudimos a ayudar a las casas que tenían las llamas más cerca. Y es cuando constatamos que realmente estamos solos para hacer frente al fuego, salvo la ayuda de la policía local de Nigrán que sí se preocupo por mantener contacto con nosotros e incluso de poner a nuestra disposición varios agentes para ayudar en las labores de extinción. Pedimos en varias ocasiones descargas de los hidroaviones que estaban sobrevolando la zona toda la tarde, pero dichas peticiones no fueron atendidas pese a la gravedad del incendio.

El fuego avanza hacia Chandebrito pero cuando intentamos subir, después de recoger todos los metros de manguera extendidos, ya es demasiado tarde. La carretera está totalmente cortada por el fuego por lo que se intenta acceder por Priegue en un camión que circula a una velocidad punta de 30 kilómetros por hora.

En ese momento lo único que podíamos defender con los medios y el personal disponible era que el fuego no llegase a la pirotecnia y que la catástrofe no fuese aún mayor. Hasta las 6 de la madrugada del lunes siguiente. Impotencia, esa es la sensación que tenemos todos nosotros frente a una situación así, en la que si se dispusiera de una dotación de 4 o 5 bomberos y de medios, sería suficiente como para atajar por si solo un incendio de dimensiones normales. De esta forma, es decir, sin ninguna dotación de bomberos, ni brigadas, ni de Medio Rural, ni UME, ni agente forestal la situación de un pequeño incendio se transforma en un incendio voraz que campa a sus anchas sin control.

El servicio del GES del Val Miñor

El GES es un servicio público que cuenta actualmente con una dotación de 12 agentes; pero tanto las bajas, como las vacaciones o descansos de personal no son cubiertas a lo largo del año, por lo que existen turnos en los que hay sólo 1 bombero haciendo frente a cualquier emergencia. Ello conlleva a movilizar a otras dotaciones parques de bomberos limítrofes que pueden tardar hasta 40 minutos en llegar al Val Miñor, por ejemplo desde Porriño y su disponibilidad está supeditada siempre que no estén realizando otro servicio. Y que cobran adicionalmente al afectado por prestar dicho servicio con unas tarifas que distan mucho de las aplicadas por el GES, dado que esos otros parques son concesiones privadas.

No tenemos competencias como bomberos forestales, pero siempre somos los primeros en prestar ayuda en caso de incendio forestal pese a no tener medios adecuados y específicos para ello. De hecho sólo disponemos de un vehículo capaz de adentrase en carreteras estrechas o pistas forestales. Un camión que tiene 13 años de antigüedad y su velocidad punta no supera los 70 km/h y a 30km/h para subir una cuesta como la de Chandebrito, y carece de medidas de seguridad como rociadores para atravesar una columna de fuego.

Nuestros equipos de protección individual y el material que usamos está en mal estado o caducado. Muchos de nosotros incluso hemos tenido que comprar material de nuestro propio bolsillo porque nuestras vidas no pueden esperar a que se hagan efectivos los compromisos de los gobiernos locales, tras años y años de promesas. Por este motivo, una de nuestras exigencias es que se nos dote del equipamiento mínimo para hacer frente a una emergencia. Se incumple sistemáticamente cualquier precepto de la ley de prevención de riesgos laborales desde el minuto cero que salimos a cualquier emergencia.

Llevamos 2 años reclamando ante la Mancomunidad de Concellos del Val Miñor, avisando de nuestra situación y las carencias en materia de seguridad del servicio. Hace dos meses incluso entregamos un informe muy completo a todos los grupos políticos de los ayuntamientos de la mancomunidad y mantuvimos 3 reuniones con representantes del GES y de la mancomunidad, pero han sido infructuosas, solo se ha conseguido una partida escasa para renovar parte de la ropa.

Algunas de las peticiones realizadas por el GES era la petición de colocación de puntos hidrantes. Un camión de 3000 litros de agua, tarda 20 minutos en descargarlos. Para poder llenarlo es necesario que las bocas de riego tengan un ancho y caudal de presión para que su llenado no sea superior a 8 minutos, y permita al camión volver al foco del fuego.

Solicitamos a los ayuntamientos la colocación de puntos hidrantes (bocas de riego para equipo de incendios). Incluso se hizo un estudio con la localización de los mejores lugares para su colocación. La realidad es la que vivimos el pasado domingo, que para poder llenar los camiones en Nigrán el único punto hidrante está situado en Porto do Molle. Imagínense lo que implica desplazarse de Chandebrito a Porto do Molle para cargar agua. Pues una situación similar la padecen los vecinos de Gondomar y Baiona. La gente de las parroquias más alejadas del centro urbano están en la misma situación.

No hay nada más importante para un bombero que la seguridad de sus vecinos y sus casas. Es nuestra vocación profesional, y nuestra lucha personal diaria ; el mejorar el servicio que ofrecemos a nuestros vecinos.

Por eso PEDIMOS A LOS VECINOS DEL VAL MIÑOR que nos apoyen e intercedan para que sus representantes municipales se tomen con seriedad este asunto, atiendan y cubran las necesidades de un servicio que como se ha visto puede marcar la diferencia entre llegar y no llegar.

Que trabajen en todo lo posible por hacer que el Val Miñor pueda tener un servicio útil que garantice la seguridad de los ciudadanos en caso de emergencia; actualizado y dimensionado para estar a la altura de las eventuales situaciones de peligro que se puedan dar tanto en Baiona, Gondomar o Nigrán.

Os PEDIMOS VUESTRO APOYO el próximo jueves 26 a las 19:30, ya que acudiremos al pleno del concello de Nigrán para mostrar nuestra indignación, nuestro malestar y reclamar nuevamente que nuestras demandas sean atendidas, ya no sólo por nosotros, si no por la seguridad de todos nuestros vecinos.