Dos ancianas que escapaban del fuego para refugiarse en casa de un familiar. Maximina Iglesia, de 88 años, y Angelina Otero, de edad similar, ambas vecinas del barrio de Tomadas, en la parroquia nigranesa de Chandebrito, son las primeras víctimas mortales que la voraz ola de incendios se ha cobrado en Galicia.

A falta de la identificación oficial de los cadáveres, hallados a última hora de la tarde de ayer totalmente carbonizados en el interior de una furgoneta en una pista que conecta las parroquias nigranesas de Chandebrito y Camos, todo apunta a que se trata de ambas mujeres, según confirman fuentes municipales.

Sus familias les perdieron la pista durante te la tarde, en medio del nerviosismo por la incidencia del fuego, que obligó a desalojar a decenas de personas en el municipio.

Según las mismas fuentes, las dos mujeres se subieron al vehículo para dirigirse a la casa de un familiar de una de ellas, en Praia América, donde tenían previsto pasar la noche. Las primeras investigaciones apuntan a que pasaron por una pista forestal a escasos metros de las llamas s y un árbol se cayó encima de la furgoneta, de manera que quedaron atrapadas.