El Concello de Baiona ha readmitido a dos becarios como personal laboral en la plantilla por sentencia judicial. Ambos han ganado sendos pleitos por despido improcedente al Ayuntamiento, que prescindió de ellos después de que la Inspección del Trabajo lo obligase a contratar de forma indefinida a otra compañera.

Hace un año que la Inspección de Trabajo obligó a la Administración municipal a incorporar como trabajadora municipal a la becaria que operaba en la biblioteca al considerar que prestaba servicio como tal.

Acto seguido, el gobierno municipal decidió no renovar los contratos de prácticas a otras cuatro personas. Al menos tres de ellas denunciaron por despido improcedente y dos ya disponen de fallo judicial favorable. El encargado de la aula de informática de Sabarís, en la Casa Rosa, se ha incorporado recientemente. Y la responsable del gabinete de prensa de la Alcaldía lo hará en unos días. Queda pendiente la de otro joven adscrito al área de Cultura.

Dimisión de Iglesias

El secretario xeral del PSOE baionés, Carlos Gómez, denunció ayer el "derroche en materia jurídica del Concello" y afirmó que el proceso relacionado con los becarios "tendrá un coste de alrededor de 120.000 euros", por lo que exige la la dimisión de la responsable de Personal, la teniente de alcalde, María Iglesias.