"Gonzalo se queda", "Gonzalo la parroquia te quiere aquí" o "Esta parroquia tiene voz. Que Gonzalo no se vaya" son los titulares de algunas de las pancartas que se pueden ver en la parroquia tudense de Randufe durante estos días. El motivo por el que se han colocado estos murales es porque los vecinos y vecinas se han movilizado ante la inminente marcha de su párroco, don Gonzalo Otero.

La causa por la que este párroco debe abandonar Randufe se debe a que ha finalizado su etapa como formador en el Seminario de Tui y desde el obispado le han encomendado cambiar de destino. Este acontecimiento no ha sido bien recibido entre sus feligreses ya que como asegura una vecina, Ana Montes, "no queremos que se vaya, nunca tuvimos un párroco como él, desde que llegó la iglesia nunca estuvo tan llena de gente".

Por otra parte, las demandas de los vecinos no se han hecho públicas solamente a través de pancartas, sino que también se ha creado una página en Facebook, "Gonzalo se queda", con casi 150 seguidores. Además, también se están recogiendo firmas y se ha elaborado un documento que entregarán al obispo de la diócesis de Tui-Vigo. En dicho escrito los vecinos y vecinas de Randufe manifiestan su "disconformidad con el cese de don Gonzalo Otero Martínez como párroco de nuestra parroquia" y manifiestan que "su marcha supondría un gran golpe a la comunidad parroquial, así como la pérdida del sentimiento de familia unida a la Iglesia".

Por su parte, don Gonzalo ha agradecido a la parroquia de Randufe sus "gestos y palabras de cariño que habéis tenido estos días conmigo" en su homilía de ayer en la misa solemne en honor a la Virgen de la Guía. Y es que dicha parroquia se encuentra estos días celebrando sus fiestas patronales, que este año con la noticia de la marcha de su párroco "son un poco agridulces", comenta una vecina.

No obstante, don Gonzalo ha explicado en su sermón de ayer que "aquí no hay batallas, el señor obispo me ha encomendado otra parroquia y mi vida es una vida de entrega y obediencia". Por otro lado, también ha informado a sus feligreses que "qué alegría me da que cuando yo me vaya a otro sitio tendréis otro sacerdote, el sitio al que me voy lleva desde Domingo de Ramos sin sacerdote".

Con todo ello, el vecindario de Randufe continúa consternado ante la partida de su párroco ya que consideran que en tan solo dos años ha hecho mucho por la parroquia, ha pintado y restaurado el retablo de la ermita, ha cambiado puertas y ventanas y ha renovado y mejorado la Iglesia.

Así pues, en el día de ayer fueron muchos los vecinos y vecinas que se acercaron hasta el atrio de la Guía, en Randufe, no solo para celebrar las fiestas, sino también para despedir a don Gonzalo, el cual les pidió "que mis últimos días, los días de la fiesta, sean días de alegría".