Aunque de vocación tardía como muchos otros grandes, la mosense Verónica Romero (1975) empezó su periplo como deportista entrenándose en el circuito vigués de Castrelos hace doce años.

Verónica recuerda que "fue en 2015 cuando conocí a Chus Lago en una andaina popular. Ésta me propuso entrenar juntas y en seguida conectamos." En la actualidad conforma un tridente expeditivo pionero en el mundo, junto con Chus Lago y Rocío García. A este asunto se encuentra totalmente entregada y por ello ha reducido a la mitad su jornada laboral en su floristeria de Porriño.

La expedición femenina liderada por Chus Lago se encuentra ahora volcada con el desafío "Compromiso con la tierra". Este proyecto consta de tres etapas ; "Los Lagos de Laponia", sobre los que caminaron 120 kilómetros, el casquete glacial de Barnes en el que recorrieron 180 kilómetros y una tercera que culminará el año que viene.

La última de las etapas se desarrollará en Groenlandia, tal y como explica "parece ser que el cambio climático está muy avanzado y tenemos que procurar no encontrarnos con deshielos por lo que en un principio se está valorando empezar en abril". Serán 700 kilómetros en los que harán una media de 25 km diarios en el plazo máximo de 60 días. Verónica declara que cuando piensa en el reto de Groenlandia "no tengo miedo ni a los osos ni alas grietas, tan solo al agotamiento que es para lo que me entreno a diario."

El motivo principal de esta expedición es concienciar al mundo sobre el cambio climático, asunto que se vio reflejado en las muchas fotografías que tomaron del Cap de Barnes. Sobre esto comenta que "el mapa del casquete no se había actualizado en nueve años y gracias a nuestra visita pudimos ver el retroceso que acusa." Tal material, afirma Verónica que "está a expensas de quien lo requiera para que se haga un estudio sobre el cambio climático". Por esta última etapa, el Concello de Mos la homenajeó y recibió a su llegada, detalle por el que dice "estar muy agradecida". También en Barnes, Chus Lago escribió respecto a Verónica que "ve unicornios y dragones". Acerca de esto último, la mosense explica que "aunque ver solo nieve, cielo y hielo es maravilloso, son tan largas las horas en las que no tienes comunicación con nadie que empecé a imaginarme unicornios que me aportaban colorido y fantasía al paisaje. También pensaba en cómo en vez de andar sobre una capa de 60 centímetros de hielo lo hacíamos sobre un dragón que iba siguiendo nuestra estela y nos acompañó hasta el final."

La mosense, que se define como imaginativa y resolutiva, afirma "estar viviendo tres de mis mejores años como deportista." En la actualidad entrena 5 horas al día y procura descansar los sábados, día en el que también visita a sus padres en Mos. En esta localidad, Verónica recuerda haber correteado todas las carreteras, calles y montes desde pequeña, y es donde ahora está mi gente por eso Mos siempre está en mi alma aunque físicamente esté en otros sitios".