Será una de las obras de mayor envergadura que se realice en Ponteareas, tanto por su inversión económica, de 1.350.000 euros, como por el hecho de tener que levantar el firme de seis céntricas calles. Se trata del proyecto de generación y red de distribución de calor con biomasa para dar servicio de calefacción y agua caliente sanitaria a seis edificios públicos, substituyendo así el consumo actual de gasoil por madera de los montes de las parroquias, y que, según las previsiones del gobierno local, estará listo para el próximo año 2018.

El alcalde Xosé Represas señala que la instalación de una red de calefacción centralizada o district heating, supone grandes ventajas, tanto en ahorro económico para las arcas municipales, como en reducción de contaminación y también en la generación de empleo local, "apostando por la bioeconomía al utilizar los recursos naturales propios para crear empleo, dejando el dinero que antes se destinaba a combustibles fósiles como el gasóleo en la compra de astilla procedente de la madera de los montes del entorno", y destaca que "el empleo de la biomasa en la rede de calor contribuye al desarrollo local ya que el combustible procede de los montes de los alrededores, actividad que genera puestos de trabajo".

En el proyecto está prevista la construcción de una sala central de calderas desde donde se desplegará una red de tuberías soterradas por la que circularía el agua hasta cada uno de los edificios que serían, el propio en el que se albergaría la central térmica, que comprende el parque de emergencias de los bomberos y la policía local, la escuela infantil, el centro social, la residencia de la tercera edad y los colegios Nosa Señora dos Remedios y Fermín Bouza Brey.

Además de la caldera de biomasa de 1.000 kw, se instalarán dos estaciones de bombeo para impulsar al fluido portador de calor, uno en Rosalía de Castro para dar servicio al CEIP Nosa Señora dos Remedios y otro próximo al centro de mayores Santa Ana.

En la comparativa de costes generales que manejan en el proyecto se recoge que el ahorro global se fija en el 39,99%. El ahorro económico del primer año durante la amortización se sitúa en casi 35.000 euros y después de la amortización en 75.984 euros. En este aspecto desde el gobierno destacan que el empleo de astilla, a diferencia del gasóleo, "abarata los grandes costes por la estabilidad de su precio y por su abundancia en Galicia, más concretamente en la comarca del Condado".

Menos contaminación

Por otra parte, el consumo energético se reduce también pasando de 1.005.000 kwh/año a 753.750 kwh/año, contribuyendo a reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera y es que la combustión de biomasa supone un balance neutro de CO2 a diferencia de los combustibles fósiles como el gasoil, que alteran el equilibrio en la atmósfera y contribuyen al cambio climático.

La inversión para la ejecución de este proyecto asciende a 1.350.000 euros y su consecución será gracias a la aportación del Instituto Enerxético de Galicia (INEGA) de un millón de euros, asumiendo la parte restante el propio Concello a través de un préstamo de la Diputación de Pontevedra, concedido a quince años sin intereses.

El expediente con el anteproyecto fue aprobado en pleno de manera urgente "dados los plazos cortos que se dispone para esta obra y que, por propias dificultades técnicas, no se pudo llevar antes". En este sentido, desde el gobierno local estiman que las obras deberán comenzar sobre el mes de octubre para poder estar rematado a finales de año, como así lo exige la subvención del INEGA. Por lo que la red de calor entraría en funcionamiento en 2018.