Un aparatoso accidente protagonizado por un conductor que duplicaba la tasa de alcoholemia permitida acabó con diez metros del muro de piedra del Rompeolas de Baiona derribado y cuantiosos daños materiales en el vehículo. El piloto, un vecino de Vigo de 34 años, salió ileso del siniestro y se encaró con la patrulla de la Policía Local que acudió al lugar.

Ocurrió poco después de la medianoche del domingo. El coche, un Peugeot 308, circulaba en sentido Baiona y su conductor perdió el control al tomar una curva. Invadió el carril contrario e impactó con el murete, de manera que el impacto acabó por echar abajo varias piedras del pretil que evitaron que se cayese a las rocas del litoral.

Pese al fuerte golpe, el hombre logró salir por su propio pie del habitáculo ileso. Se enfrentó a los gentes para tratar de evitar que se le practicase el test de alcoholemia, que arrojó un resultado de 0,58 milígramos de alcohol por litro de aire expirado.

Los efectivos presentaron dos denuncias contra él. Una por un delito contra la seguridad vial con los correspondientes daños materiales al muro pendientes de valoración, por el que deberá responder ante los juzgados de Vigo cuando sea requerido. La otra, por alteración del orden, la cursaron por la vía administrativa ante la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra.