Fin del conflicto en la capilla de A Merced de Chaín. Las fiestas en honor a la patrona de la parroquia gondomaresa se celebran este fin de semana por primera vez en seis años como Dios manda. Con cura, misa, procesiones y verbenas.

Un enfrentamiento entre el anterior párroco y la comisión vecinal que se encarga de conservar el pequeño templo lo había dejado sin eucaristías desde 2011. La ermita pertenece a los lugareños, según consta en el testamento del sacerdote Manuel Antonio Álvarez, con fecha de 1871. El texto, firmado ante notario, les concede la titularidad del inmueble y declara "a los párrocos que fueran de esta feligresía" como "encargados de vigilarla". El sacerdote, como responsable de los oficios, reclamaba disponer de llaves y acceso a la cuenta bancaria.

Nunca hubo acuerdo entre las partes pese a varios intentos y los feligreses se reunían para rezar e incluso sacaban las imágenes en procesión sin un pastor de la Iglesia. Pero todo ha cambiado recientemente. José Antonio Lago Rouco se ha hecho cargo de las parroquias de Chaín, Morgadáns y Couso en sustitución de Benito Rodríguez y ha accedido a recuperar las celebraciones.

Los devotos celebraban ayer con gran satisfacción la buena noticia y las fiestas de su santiña. Dedicaron la jornada a confeccionar la tradicional alfombra floral para la comitiva del Encuentro entre San José y la Virgen, seguida de una misa. Tras disfrutar de la verbena nocturna, hoy regresarán a la capilla para la misa solemne, prevista a las 12.30, seguida también de procesión.