Un total de 7.200 salmones nadan siguiendo la corriente del Miño, buscando el océano Atlántico, donde crecerán para volver, con los años, al río de donde partieron.

Esta repoblación fue realizada por personal de la consellería de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia, en colaboración con la Marina Española y la Policía Marítima Portuguesa -Capitanía de Puerto de Caminha-, ya que la suelta se realizó en el tramo internacional del río Miño y estas dos entidades son responsables del control de la pesca en el tramo internacional.

Los salmones liberados son pre-esguines. Piezas juveniles, marcados, a la espera de convertirse en salmón salvaje.

"Proceden de la piscifactoria de Carballedo, donde tuvo lugar su reproducción artificial de madres que fueran capturadas a las puertas del embalse de Frieira, el primer obstáculo que se encuentran río arriba, en el concello de Crecente", explica uno de los responsables de la suelta.

El salmón del Miño es una especie anádroma, nace en agua dulce, migra al océano y vuelve al agua dulce para volver a procrear. "No se sabe exactamente la razón pero los salmones suelen regresar al mismo río que antes subieron sus antepasados, de ahí, que el programa puesto en marcha busque realizar sueltas con peces hijos de salmones capturados en el propio río Miño", indica también.

La estación de captura de Crecente en la presa de Frieira, fue puesta en marcha en el año 2011 como resultado de la colaboración entre la Consellería de Medio Ambiente y la empresa concesionaria de ese aprovechamiento hidroeléctrica, Gas Natural-Unión Fenosa.

Desde esa fecha se capturan juveniles de anguila y reproductores de salmón. Desde 2014 se hacen sueltas de juveniles de salmón atlántico en e Tramo Internacional del Río Miño.