Los retrasos en la atención a los usuarios en los centros de salud de Arcade y de Soutomaior, con esperas de hasta tres horas durante la semana pasada, volvió a demostrar las deficiencias de la sanidad pública en este municipio. Ante esta situación tanto los representantes de los trabajadores del Sergas como muchos vecinos mostraron su indignación por unas carencias que se repiten una vez más.

Sobre este asunto, fuentes de los trabajadores del Sergas señalaron que en el centro de salud de Arcade hay médicos que tienen que atender a más de sesenta pacientes diarios. Una saturación motivada tanto por el hecho de que la Xunta no cubra las bajas y las vacaciones de los médicos y de los pediatras como por los cupos desorbitados que soportan los médicos en el Concello de Soutomaior.

Hace ya varios meses que el grupo del BNG denunció que en este municipio existen facultativos tienen que atender hasta más de 1.800 pacientes. Unas cifras que están muy por encima de lo establecido por colectivos profesionales sanitarios como la Asociación Española de Médicos de Familia, que recomienda un máximo de 1.200 pacientes por cada médico.

Según los nacionalistas, esta realidad, además de las largas esperas en los centros de salud, están causando situaciones insólitas en el municipio como el hecho de que vecinos que viven en Arcade no puedan tener su médico de familia en el lugar en el que viven, ya que la saturación de los cupos sanitarios no permiten nuevas altas.

Ante esta situación, el portavoz del BNG Manu Lourenzo señala que "hace ya varios meses que llevamos una moción al pleno para que se le exija al Sergas que ponga solución a esta situación injusta y vergonzosa que padecen nuestros vecinos". Y también destaca que se hizo una enmienda desde el BNG de Soutomaior a los presupuestos de la Xunta solicitando más médicos para el municipio "pero el PP votó en contra de esta medida y ahí está el diario de sesiones del Parlamento para quien quiera verificarlo".

Por último, desde el BNG agradecen la "gran labor" que realizan los médicos del centro de salud en una situación de saturación como la acontecida la semana pasada. "Si no fuese por su esfuerzo y por su compromiso la situación sería aún peor", señala Lourenzo, que defiende que "lo que reivindicamos es algo de justicia".