La reforma del carril bici en la carretera entre Baiona y A Guarda ya remató las obras y el vial se encuentra disponible para su uso por parte de los ciclistas ahora que se acerca la época del año de mayor afluencia.

La conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, visitó ayer el resultado de las obras acompañada de los alcaldes de Baiona, Oia y O Rosal y de un técnico de la Federación Gallega de Ciclismo, entidades a las que se consultó, así como a responsables de seguridad vial, sobre el nuevo trazado.

Vázquez explicó que los trabajos, que se extienden a lo largo de 29 kilómetros de la PO-552, consistieron en la ampliación del arcén para los ciclistas profesionales, la sustitución de separadores de hormigón por otros de goma, que además están más espaciados que los anteriores, y el refuerzo de la señalización. En lo que respecta al carril bici, pasa a ser una senda mixta, para ciclistas de ocio y peatones, de algo más de dos metros de anchura y con una velocidad limitada a 10 kilómetros por hora.

La conselleira señaló que "no fue sencillo" encontrar una solución técnica para conjugar los intereses y las necesidades de todos los usuarios, y destacó que este proyecto ha resultado "un gran reto".

Guillermo Sande, técnico de la Federación Gallega de Ciclismo, indicó que el carril bici "ha cambiado mucho", y destacó la mejora de la señalización vertical y el cambio de las bandas de separación.