Los alcaldes de Baiona y Nigran se comprometieron ayer a tomar medidas para proteger su patrimonio cultural de las agresiones y evitar que hechos como los ataques al cruceiro de San Telmo, en el puente románico de A Ramallosa, se vuelvan a repetir.

La dirección Xeral de Patrimonio Cultural de la Xunta dio el pasado mes de febrero luz verde al proyecto para la restauración del cruceiro, por lo que técnicos de la empresa BIC Materiales y Conservación S.L. recogieron los brazos del cruceiro depositados en los ayuntamientos de Baiona y Nigrán, así como el brazo que permanecía en su situación original para reconstruir la pieza y colocarla de nuevo en su lugar.

Los alcaldes, Ángel Rodal y Juan González, visitaron el puente para asistir al inicio de las obras de restauración del cruceiro y la limpieza del pavimento. Los regidores se mostraron firmes a la hora de garantizar el buen estado de las joyas del patrimonio miñorano.

"Después de año y medio de tramitaciones y esperando por los permisos necesarios, es muy buena noticia que uno de los principales referentes patrimoniales y culturales del Val Miñor al fin se pueda restaurar. Desde el Ayuntamiento tomaremos todas las medidas necesarias para evitar calquer otro daño en todo el puente en todo su conjunto, desde el pavimento al cruceiro", señaló Juan González.

Por su parte, Ángel Rodal insistió en el símbolo del puente de A Ramallosa como unión de los dos municipios y paso obligado para los peregrinos. "Es un valor vital del patrimonio cultural del Val Miñor, un puente de unión con el paso de muchísimos peregrinos que valoran muy positivamente el paisaje y la conservación y puesta en valor de esta joya a su paso hacia Santiago", apuntó el regidor baionés.