El pino es muy alto. Parece más alto desde los ojos de un niño. "Es el pino más alto del Concello de Tomiño", indica el guía, y todos se sorprenden, y alguno incluso anota "el pino más alto del mundo".

Las visitas de los escolares de Tomiño a las árboles "senlleiras", explicados por un experto, es una experiencia emotiva para la mayoría de los estudiantes.

La experiencia está destinada a los colegios de infantil y primaria y los estudiantes recalan en el entorno del Espacio Fortaleza de Goián y en las sendas próximas, donde se concentran la mayoría de los ejemplares de este tipo de árboles que hay en Tomiño. Es un recorrido casi circular por los sobreiros de San Roque (dos cerquiños o carballos cerqueiros); un estripeiro y el roble, el salgueiro y el pino del país de más grande de Tomiño. Estas visitas están organizadas por Asociación de Cultivos del Baixo Miño (Acubam) y el Ayuntamiento de Tomiño, dentro del programa "Nosas amigas as prantas", como actividad de educación ambiental, que cada año se realiza de forma previa a la Muestra de Cultivos del Baixo Miño.

Las visitas finalizan con una visita al campo del Alivio, cerca del centro de Tomiño, donde la escultora búlgara Liliya Pobornikova está trabajando en una monumental escultura basada en el tronco de un árbol singular perdida. "Esta escultura tiene como objetivo dar una nueva vida a un árbol muy querido, y con ella hacer un homenaje a todas los árboles singulares que nos acompañan al largo de nuestra vida e incluso de la vida de varias generaciones, formando parte de la historia de nuestro pueblo", explica la alcaldesa Sandra González, alcaldesa de Tomiño.

El tronco pertenece a un árbol conocido como "Carballo Verde" de Vilar, lugar donde se encontraba, aunque en realidad no era un roble sino una sobreira. En los últimos tiempos, este gran árbol se vio afectada por varios fuegos que la debilitaron y acabó por caer en el año 2013. Vecinos y miembros de Asociación Naturalista del Baixo Miño (Anabam), que en su momento tramitaron la inclusión de este árbol en el inventario de singulares, acudieron al Ayuntamiento de Tomiño para solicitar un fin digno para este árbol tan emblemático.

En las visitas participaron más de 600 niños de los colegios de todo el municipio.