Las controvertidas depuradoras de Oia protagonizan un enfrentamiento institucional entre la Diputación y el Concello. El organismo provincial se desvincula de las instalaciones que colocó en 2006 en el municipio y culpa al Ayuntamiento de su mal funcionamiento. Lo urge además a reubicarlas para acabar con las molestias a los vecinos por malos olores y ruidos con los 433.637 euros que le ha otorgado este año. La alcaldesa, Cristina Correa, rechaza entrar en polémicas, pero afirma que esa cantidad, tal y como marca la Administración pontevedresa, está reservada a la contratación de operarios y a obras más urgentes.

El último conflicto alrededor de las depuradoras surgió el pasado noviembre. Los vecinos de Viladesuso recogían 650 firmas para reclamar el traslado de la ubicada en Porto Senín tras una década de molestias en forma de hedores y contaminación. El asunto fue debatido en pleno y la Corporación aprobó acudir a la Diputación en busca de ayuda para llevársela a un lugar alejado de la población. El acuerdo fue remitido al gobierno provincial, que esta semana ha contestado desvinculándose del asunto. Un escrito firmado por el gabinete de la presidenta provincial, Carmela Silva, recuerda al Ayuntamiento el convenio por el que se comprometió a asumir los gastos de mantenimiento y reparación, "converténdose así en responsable único do seu funcionamento". Incide en que "as depuradoras de Viladesuso non recibiron un mantemento adecuado por parte do Concello, que mesmo as tivo apagadas durante longos períodos de tempo e as someteu a reparacións inadecuadas, motivando así problemas de funcionamento e cheiros".

En su respuesta, la Diputación destaca que "entende o problema e comparte a necesidade de solucionalo". Por eso, indica, "habilitou 433.657 euros a través do Plan Concellos 2017 para que o Concello proceda de maneira inmediata a acometer o traslado destas depuradoras ou para construír unha nova mini EDAR".

Pero esos fondos, señala la regidora, ya tienen destino. Siguiendo las pautas de la institución provincial, el Ayuntamiento dedicará una parte a la contratación de operarios y otra a gasto corriente y deuda. "Quedan 270.000 euros e temos obras moi urxentes que levar a cabo como traídas e saneamentos ou reparaciónsde camiños instransitables, como o de Refoxos". Correa confía en resolver el asunto en una próxima reunión con el gobierno pontevedrés para solicitarle al menos la financiación de la redacción del proyecto. Mientras tanto, el gobierno local gestiona la contratación de una empresa para llevar a cabo el mantenimiento de las depuradoras.