Por tercera vez en cuatro años, la "casa rosa" de Sabarís vuelve a estar cerrada por falta de personal. El edificio alberga el centro antena municipal en su planta baja, con 17 ordenadores de uso público, y el observatorio de aves de A Foz en el primer piso. El Concello ha suspendido ambos servicios el pasado 22 de diciembre, tras finalizar el contrato del becario que los atendía. Y la asociación de vecinos Castro e Ladeira vuelve a ofrecerse para reabrirlos a través de una red de voluntarios y a solicitar incluso la cesión del local para desarrollar allí parte de sus cursos. Su presidente, Martín Otero Clemente, recuerda que Santa Cristina de A Ramallosa es la única parroquia del municipio sin centro cultural e insiste en que estas salas podrían solventar en parte esa carencia.

La reivindicación vecinal podría llegar a buen puerto esta vez. La concejala de Educación, Beatriz González, asegura que su departamento estudia la posibilidad de dar un uso adicional a la "casa rosa" y abrirla a los vecinos. Tras realizar un estudio sobre la afluencia al centro antena, la edil reconoce que se trata de un servicio infrautilizado. "Cada vez acudía menos gente. Por suerte, las nuevas tecnologías se extienden y mucha gente dispone de conexión a internet a través del móvil", argumenta. Aunque acogía cursos diversos, la sala de informática ya no cumplía la principal función para la que fue habilitada, la de facilitar el acceso a la red a los vecinos. Por lo que la concejala estudia "darle una vuelta" y compatibilizar su actividad con otras propuestas.

Para ello, afirma, los servicios jurídicos del Ayuntamiento estudian las posibilidades de utilización de la casa. "Queremos aprovechar al máximo las infraestructuras que tenemos, pero debemos definir cómo hacerlo para cumplir con la normativa", recalca.

Mientras tanto, el representante vecinal de la zona hace hincapié en que la "casa rosa" es una cesión que un vecino, Antonio Roade, hizo a la parroquia hace dos décadas, "pero o pobo de Sabarís non a está disfrutando".