Algo tan cotidiano como acudir a pie a la compra o al colegio supone una temeridad en la parroquia redondelana de Vilar de Infesta. La falta de aceras y arcenes en la carretera N-555 (Redondela-Peinador) obliga a los vecinos a jugarse la vida cuando se desplazan caminando a la zona comercial de Millarada, donde se concentran las tiendas y un centro educativo a escasos metros.

"Llevamos años reclamando medidas de seguridad vial en este tramo porque soporta una elevada densidad de tráfico, con muchos vehículos pesados, y es muy transitado a diario por peatones y por los niños que acuden al colegio Porto Cabeiro. El tramo situado junto a la cabecera del aeropuerto es uno de los más peligrosos y se solucionaría con una acera porque hay espacio de sobra para hacerla, pero Fomento no nos hace ni caso", lamenta Eduardo Rodríguez, el presidente de la asociación de vecinos.

Este colectivo también ha trasladado sus demandas a los responsables municipales en distintas ocasiones para que las gestionen ante la administración central, pero los años pasan y todo sigue igual. "Somos conscientes de que las competencias no son del Concello, pero deberían presionar al ministerio porque esto es un peligro constante. No entendemos como no lo consideran prioritario, si vienen a conocer la zona seguro que se echaban las manos a la cabeza por el riesgo que asumen los viandantes", puntualiza.

La principal reivindicación se centra en las aceras en un tramo entre el cruce de Porto Cabeiro y la intersección para Os Valos. "Son unos 200 metros junto a la pista del aeropuerto que no requeriría ni expropiar el terreno. Tan solo se requiere un poco de voluntad", indica. Además demandan pasos de peatones entre ambos puntos, mejorar la iluminación y un mantenimiento de la zona, ya que las arquetas de recogida de pluviales se encuentran taponadas por el lodo y la maleza.