El grupo municipal del BNG de Mos decidió no acudir hoy a la firma de la aprobación definitiva del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) en la Casa Consistorial al calificarlo de un "acto político-partidista". Este acto para rubricar la normativa que regulará el urbanismo del concello durante los próximos años contó con la presencia del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y la conselleira de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Beatriz Mato, además de la alcaldesa, Nidia Arévalo, miembros del gobierno local y de la corporación, además de representantes de las parroquias y empresarios.

"La delgada línea que divide estos actos, el político y el institucional, en este caso se ve traspasada por ciertos condicionantes que nos permiten afirmar que se trata de un acto partidista. En este ayuntamiento está como alcaldesa un miembro destacado del PP, una persona con vistas a crecer en el partido, y que en estos momentos está liderando la lucha del PP contra Abel Caballero. Para nosotros, este acto es un ensalzamento de esta persona, referente en estos meses del enfrentamiento inútil entre PSOE y PP", justifica el portavoz nacionalista, Miguel Anxo Aldea Moscoso, que considera que la presencia del BNG en este acto "sería un aval de esa situación".

Por otro lado, Aldea Moscoso destaca el Plan Xeral de Mos, que el BNG votó en contra en el último pleno de aprobación y al que presentó numerosas alegaciones de calado, "no es el plan que quiere nuestro partido, ya que no está hecho con vistas a la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos".

"Además de dudar mucho de la empresa redactora, no podemos apoyar un documento en el que aparecen de un día para otro suelos industriales donde había terciarios, en el que sobra por todos lados suelos industriales, donde no se permite una segunda opinión a los ciudadanos, tal como solicitamos, entre muchas otras cuestiones", argumenta.

Una de las cuestiones que plantea el grupo nacionalista es que mientras el polígono de A Veigadaña todavía no está completo se permita la implantación de industrias cerca de las viviendas. "¿Por qué aparecen esos suelos industriales o terciarios? ¿Hay algún interés? Todo es legal, siempre legal, pero no nos fiamos", puntualiza Aldea Moscoso. En este sentido admite que solo en los núcleos rurales podrían llegar a acuerdos, "pero el planeamiento es un todo, y no se aprueba por trozos", indica.

Por último afirma que la presencia del BNG no sería viable en una firma de un plan "que echaríamos abajo si pudiéramos", y tampoco comparten "la presencia partidista, a nuestro entender, del presidente de la Xunta" en el acto de aprobación definitiva.