La carretera N-555, que une Redondela con el aeropuerto de Peinador, reabrió al tráfico después de permanecer cerrada durante casi un mes por obras. El Ministerio de Fomento cumplió el plazo acordado y el viernes a última hora de la tarde retiró las vallas, permitiendo de nuevo el tránsito de vehículos.

La actuación comenzó el 21 del pasado mes y consistió en la dotación de un sistema de drenaje en la curva de la parroquia de Santo Estevo de Negros que el pasado invierno fue sepultada por una avalancha de lodos, rocas y árboles arrastrados por la ladera de un monte durante los temporales de febrero.

Los trabajos obligaron a abrir una zanja en la carretera de cuatro metros de ancho para construir un canal para el paso de agua bajo el vial, por lo que fue necesario interrumpir por completo la circulación rodada a la altura del punto kilométrico 2,5. Los vehículos se derivaron durante ese periodo por la N-550 (Redondela-Porriño) y, para acceder al aeropuerto desde Redondela, se obligaba a desplazarse hasta el Alto de Os Valos y utilizar varias carreteras municipales por las parroquias de Saxamonde y Vilar de Infesta.

Aunque desde el viernes a las siete de la tarde ya se permite la circulación por la zona los trabajos proseguirán varios días en la zona para construir en el monte un pozo y otras infraestructuras para evitar las riadas, aunque ya no afectará a la carretera.

También falta por pintar el tramo afectado por las obras, unas labores que se realizarán en los próximos días.