Las obras que obligan a cortar la carretera N-555 (Redondela-Peinador) podrían acortar los plazos. Aunque la empresa que ejecuta los trabajos dispone de autorización del Ministerio de Fomento para interrumpir por completo la circulación hasta el próximo día 16, todo indica que el tráfico podría normalizarse antes de agotarse el plazo.

La actuación afecta a un tramo a la altura del punto kilométrico 2,5 en el que se ejecutan las obras necesarias para la construcción de un sistema de drenaje en una curva de la parroquia de Santo Estevo de Negros que el pasado invierno fue sepultada por una avalancha de lodos, rocas y árboles arrastrados por la ladera de un monte durante los temporales de febrero.

Estos trabajos mantienen cerrado el tránsito de vehículos por la carretera nacional y para acceder al aeropuerto se ha habilitado un desvío hasta el Alto de Os Valos que obliga a utilizar varias carreteras municipales por las parroquias de Saxamonde y Vilar de Infesta.

Los trabajos obligaron a abrir una zanja en la carretera de cuatro metros de ancho para construir un canal para el paso de agua bajo el vial. La actuación ya se encuentra a punto de concluir y en los últimos días se procedía a las labores de asfaltado de la carretera.

Según informó el concejal de Interior y Tráfico, Arturo González, a pesar del importante trastorno que produce el cierre de la N-555 al tráfico apenas se han registrado incidencias, exceptuando los primeros días, en los que hubo algo de confusión entre los conductores.

Una de las cuestiones en las que el gobierno local mostró más preocupación fue en garantizar el funcionamiento de las líneas de transporte público y escolar que circula por la zona. En este sentido, González explica que se mantuvieron todas las paradas y los horarios de recogida de los niños tras acordarlo con todas las empresas afectadas, algo que fue posible con el desdoblamiento de las rutas y el uso de microbuses para circular por los viales alternativos, más estrechos que la carretera N-555.