La emblemática capilla del Carmen desaparecerá del paisaje de Monte Lourido próximamente. Una sentencia judicial obliga a la parroquia de San Pedro da Ramallosa a desalojarla de los terrenos en los que fue construida en 1932, propiedad de unos vecinos, y el Obispado Tui-Vigo ya ha obtenido la licencia municipal para hacerlo. Según las previsiones del párroco, Xosé Manuel Lence, el desmontaje piedra a piedra de la ermita arrancará antes de finalizar el mes de diciembre con la intención de reubicarla en el recinto del cementerio de la misma feligresía en el plazo de dos años.

El traslado culminará un largo pleito de más de una década que arrancó a raíz de una denuncia urbanística por parte del anterior cura de la parroquia, José Cordeiro -fallecido el año pasado-, contra los dueños de la finca contigua por una ampliación de su vivienda, que incumplía los retranqueos previstos por la normativa. El Concello de Nigrán ordenó la demolición de la construcción y los juzgados la refrendaron, según explican fuentes municipales. Así que los propietarios compraron finalmente al Obispado la parcela que alberga la ermita y salvaron su edificación de la piqueta.

La operación de compraventa zanjaba el enfrentamiento entre las partes y estaba condicionada inicialmente a la conservación de la capilla en su espacio original durante un largo período. Pero el responsable de la parroquia acudió a los juzgados para exigir de nuevo el retranqueo y los denunciados se defendieron solicitando la retirada del templo de la finca. Los tribunales les dieron la razón en sentencia firme en 2014. El fallo daba por extinguido el uso y ocupación de la parroquia sobre la capilla y la condenaba a desalojarla de la finca, "o bien desacralizándola y dejándola en beneficio de los propietarios, o bien trasladándola a otro lugar".

El Obispado ha optado por reubicarla porque, según indica Lence, el edificio está catalogado. La licencia municipal fue solicitada hace un año y los trámites se alargaron a la espera de la autorización de la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta. El Concello otorgó el permiso el pasado 6 de octubre.

La ermita permanece cerrada y sin culto desde hace cinco años, indica Lence, después de albergar durante décadas diversos actos religiosos en verano y recibir cientos de visitas de vecinos y turistas.