Con solo 28 años es periodista, escritor, diseñador gráfico, pintor, técnico audiovisual, tatuador y ahora humorista. "No me gusta la definición de genio", responde cuando se le pregunta si lo es. "Cada uno tiene un arte y debe procurar ser bueno en lo que hace. Simplemente, no me gusta perder el tiempo", afirma.

Tras publicar dos novelas, trabaja en otras cuatro a la vez -una sobre humor negro y terrorismo, otra fantástica acerca de la creación literaria, otra histórica en torno a la gerra civil española y una cuarta intimista y filosófica, según explica- a la vez que mantiene activo un blog de relatos y poesía, pinta, diseña y tatúa y prepara el doctorado en periodismo. "Todavía me queda tiempo para salir y acudir a festivales de música", bromea.