Unos 400 vecinos de la parroquia de Chapela salieron ayer a la calle para protestar por las molestias que causan las obras de ampliación de la autopista AP-9 y exigir el cumplimiento del plan de reposición de servicios.

La manifestación, convocada por la Plataforma de Afectados y por las asociaciones de padres del colegio Igrexa y el IES de Chapela, recorrió la Avenida de Redondela entre el pabellón de deportes y la rotonda de acceso a la autopista, provocando una importante retención de vehículos al tratarse de una de las principales vías de comunicación de la parroquia.

La protesta contó con el apoyo de la comunidad educativa de los distintos centros escolares, cuyos alumnos tienen que soportar a diario en horas lectivas un elevado nivel de ruidos por los trabajos de la maquinaria a escasos metros de las aulas.

Asimismo desde la asociación de afectados denuncian el incumplimiento por parte de la empresa Audasa y del Ministerio de Fomento del plan de reposiciones de los servicios afectados por las obras, y exigen la instalación de barreras acústicas para reducir el impacto sonoro en todo el tramo urbano tanto de Chapela como de Trasmañó.

El colectivo vecinal también pretendía con la movilización expresar su rechazo a la actuación de la empresa constructora hace quince días en el barrio de Cabanas, después de que los operarios trasladasen planchas metálicas de gran tamaño con grúas por encima de casas sin adoptar medidas de precaución. En este sentido, solicitan al Ministerio de Fomento el plan de seguridad de la obra para evitar que se repita esta situación y exigen que no se invadan las propiedades privadas de los residentes de la zona sin permiso.

Otra de las demandas para los vecinos de este barrio es que se expropien las viviendas a aquellos que lo demanden, ya que las casas quedarán prácticamente debajo del puente de Rande.