El conflicto entre los percebeiros y la dirección de la Cofradía de Pescadores A Anunciada de Baiona podría dirimirse en las urnas. El sector crítico ha puesto en marcha una recogida de firmas para exigir elecciones anticipadas con el fin de desbancar a la patrona mayor, Susana González, y a su equipo apenas superado el ecuador del mandato, iniciado en julio de 2014. La campaña reúne ya 140 apoyos, más de la mitad de los socios del pósito. Pero necesita el respaldo de dos tercios para prosperar, en torno a una veintena de rúbricas más.

El censo de la entidad ronda los 240 integrantes, según indicó ayer mismo la propia Susana González, quien asegura "non temer ningunha vía democrática", aunque advierte la cifra varía casi a diario en función de altas y bajas. Tras solicitarlo oficialmente en las oficinas, los impulsores de la iniciativa esperan conocer hoy mismo la lista oficial de socios para realizar sus cálculos y continuar con el trámite que les permita derrocar a una presidenta "que non nos representa nin defende".

Trataron de destituirla a través de una moción de censura, pero finalmente descartaron esa opción al no lograr el respaldo de la mayoría de la xunta xeral de la Cofradía, el órgano que reúne a los portavoces de todos los sectores. Así que confían en lograrlo a través del adelanto electoral, dado que más de la mitad de los afiliados al pósito son percebeiros.

Los enfrentamientos surgieron hace un mes. La dirección de la Cofradía trata desde entonces de aplicar la normativa que impide a los mariscadores a flote faenar por tierra para frenar la sobreexplotación de la especie. Dicha ley se ha incumplido sistemáticamente durante años sin problemas, pero la situación ha cambiado desde el pasado febrero, cuando la Xunta obligó a los armadores de embarcaciones dedicadas al percebe a cubrir todas sus plazas a bordo para evitar perder las autorizaciones. Se incrementaba así en una veintena el número de trabajadores sobre las rocas y, por tanto, la presión sobre el recurso marisquero.

Empeñados en continuar como hasta ahora -"traballando todos en todas as zonas sen depender das condicións meteorolóxicas que só permitirían traballar vinte días ao ano ao sector a flote e que suporía a ruina de 50 familias"-, los percebeiros se rebelaron contra la medida y tumbaron el plan de explotación planteado por la dirección en asamblea. Paralelamente presentaban diversas denuncias contra Susana González ante la Guardia Civil por guardar 30 kilos de percebe sin etiquetar en la cámara, que fueron decomisados, por presuntas amenazas y por supuesta apropiación indebida. Acusaciones que la patrona niega en rotundo.

Susana González lamenta la ruptura del diálogo por parte del sector crítico "que non quere acatar a lei" y advierte de que los responsables del pósito "non podemos consentir a presión para que se infrinxa a normativa causando perxuizos para o sector minoritario a pé".