El juicio por el conocido como "asesinato del congelador", ocurrido en Ponteareas en 2014, se inicia este lunes en la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra.

Pese a que pretendía evitarse la vista a través de un acuerdo con el acusado de supuesto asesinato, Antonio Frutos Ayala, finalmente el entendimiento no fue posible y el presunto responsable del crimen deberá sentarse en el banquillo de los acusados como principal acusado de la muerte de un hombre que fue hallado cortado en cuatro pedazos en un arcón congelador dentro de un piso de Ponteareas.

También será juzgado por los hechos, en este caso por supuesto encubrimiento, un empresario de Ponteareas, David P., quien conoció el relato de la boca del supuesto asesino, y no solo no denunció los hechos sino que ayudó al sospechoso a huir a Portugal.

Para el principal acusado el fiscal pide una pena de 16 años de cárcel y para el segundo, dos años.

Como ya adelantó FARO, la apertura de juicio oral se dictó por el Juzgado de Instrucción de Ponteareas hace meses, después del escrito de acusación de la Fiscalía que data ya de octubre de 2015.

Versión de la acusación

Tal y como mantiene el Ministerio Público, en marzo de 2014 José Antonio Frutos Ayala, supuesto asesino, y José Jesús Isasis, víctima, tras salir de fiesta regresaron al domicilio del primero y, a la mañana siguiente, ambos mantuvieron una discusión a raíz de la que la que José Antonio Frutos dio golpes "violentos, rápidos y repentinos" con un objeto contundente, posiblemente una plancha, en la cabeza a José Jesús Isasis.

Siempre según el escrito de la Fiscalía, con sus acciones José Antonio tenía "ánimo de causar la muerte" al otro varón, y de hecho sostiene que para cerciorarse de su muerte, le puso una almohada en la cabeza y "apretó la misma con fuerza para evitar que pudiese respirar", aunque cuando esto hizo, Isasis ya estaba muerto.

Tras ello, "con la finalidad de ocultar el crimen", compró un arcón congelador en el que introdujo a la víctima, después de cortarle con una radial la cabeza y ambas piernas a la altura de las rodillas para que cupiese. Semanas después, José Antonio quedó con David P. -para el que actuaba como testaferro- y le relató lo ocurrido, tras lo que éste le facilitó un vehículo con el que huyó a Portugal.

Ya en diciembre de ese mismo año, José Antonio Frutos, contra el que constaba en vigor una orden europea de detención y entrega tras ser hallado en junio el cadáver en su vivienda, se presentó en el puesto de Ponteareas de la Guardia Civil y confesó el crimen. En ese momento, la juez decretó su ingreso en prisión provisional.

A partir de estas cuestiones, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número tres de Ponteareas ha emitido un auto, que no es recurrible, por el que dicta la apertura de juicio oral y resuelve que la Audiencia Provincial de Pontevedra el órgano competente para celebrar el juicio con tribunal de jurado. La vista está prevista para tres días consecutivos.

Por su parte, la defensa del presunto asesino ha solicitado la absolución al apreciar "legítima defensa" y, subsidiariamente "en el peor de los casos, un homicidio por imprudencia". Por su parte, la representación de David P. ha interesado la libre absolución.